jueves, 31 de octubre de 2013

Alcoholismo y drogas, un flagelo en aumento

28/10/13 |Ya sea por el alcohol entre los adolescentes o las drogas entre los jóvenes, lo cierto es que la muerte ronda en este sector etario, casi siempre ante la inoperancia de los adultos que deberían asumir una responsabilidad más concreta.
Cada vez es más frecuente observar durante la madrugada y el amanecer de los fines de semana a menores y jóvenes casi inconscientes por las calles de la ciudad, expuesto a múltiples amenazas y peligros.
Este panorama no es nuevo y por eso resulta preocupante que hasta el momento no se hayan adoptado medidas por parte de padres de familia y las autoridades competentes.
En este marco, no se puede andar con eufemismos: si un menor ingresa a un lugar no apto para su edad, los titulares de esos lugares son responsables junto con las autoridades que son incapaces de detectar estas situaciones.
Si a esto se le suma que es muy, pero muy habitual, el consumo –casi siempre en exceso- de alcohol, la desprotección es casi total. Muchos estudios e informes indican que los menores suelen hacer “la previa”, esto es ingerir alcohol antes de ir al boliche, en una casa de familia y en presencia de los jefes de hogares. Se trata de una perversidad, porque ya salen alcoholizados.
Urge profundizar las acciones para prevenir el consumo de alcohol y otras adicciones en jóvenes que recién están comenzando a vivir. Porque nadie puede extrañarse que el paso del alcohol a las drogas es una cuestión de momento.
Estudios científicos han demostrado que el alcohol es adictivo para todas las personas sin excepción, pero cuando el consumo se inicia en la adolescencia, esa adicción aumenta por lo menos cinco veces.
Los adolescentes que consumen alcohol están expuestos a iniciar actividad sexual temprana, situación que los expone a mayores riesgos de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.
Junto con el consumo de alcohol en menores crece la depresión de esas edades y el paso a otras drogas (dado que el alcohol es una de ellas) es lo más habitual. No hay que darle demasiadas vueltas: detrás de un menor tomando alcohol o consumiendo otras drogas, hay adultos que lo favorecen e incitan y adultos que están ausentes por falta de responsabilidad.
Lo otro que hay que tener presente es que existe una relación directa entre el consumo de alcohol o cualquier droga y la violencia. La muerte al volante es su mayor expresión, pero no la única y en Gualeguaychú esto es patente.
No es la primera vez que desde esta columna Editorial se advierte sobre los peligros que encierran no controlar de manera responsable el consumo de alcohol en menores o su presencia en un lugar no apto para su edad. Sin embargo, el tema aparece de manera recurrente, justamente porque se ha sido incapaz de encontrar una solución eficiente.
La crónica policial está llena de historias de jóvenes que han perdido la vida por estar expuestos a estos riesgos que llegan de la mano del alcohol y las drogas. No se puede aceptar como sociedad la pasividad de los adultos, porque eso constituye un incentivo para que los adolescentes y jóvenes vivan la cultura de la muerte como la única alternativa.
http://www.diarioelargentino.com.ar/noticias/128871/alcoholismo-y-drogas-un-flagelo-en-aumento

Tabaco, alcohol y otras adicciones: ¿la mayor debilidad humana?

Por Ana Villarrubia Mendiola.

Tocar el tema de las adicciones implica adentrarse en el terreno de un inmenso sufrimiento psicológico tanto para el denominado “adicto”, cuya vida ha quedado enganchada al consumo de una sustancia o a la realización compulsiva de una determinada actividad, como de todo el círculo familiar y social que lo rodea.

Cuando hablamos de adicciones pensamos inmeditamente en sustancias nocivas para la salud: nos vienen a la mente, entre otras, cannabis, cocaína, heroína, morfina también, anfetaminas y otras drogas de síntesis. Sin embargo, las adicciones más extendidas no necesitan de sustancias prohibidas: el tabaco y el alcohol son también nocivos para la salud pero se obtienen legalmente y con facilidad en nuestra sociedad.
Son quizá nuestro talón de Aquiles de las adicciones, aquellas a las que somos más vulnerables, quizá precisamente en parte por su elevada disponibilidad. Puede resultar incoherente para algunos pero a pesar de su elevadísimo consumo (más del 70% de la población española es consumidora de alcohol y más del 40% lo es de tabaco) tanto su potencial adictivo como el factor de riesgo que suponen frente al padecimiento de un cáncer o una enfermedad cardiovascular están sobradamente demostrados.
Pero si hablamos de adicciones hoy en día no podemos quedarnos aqui. Compras compulsivas, juego patológico y otras conductas adictivas están hoy a la orden del día y aparecen tanto como adicciones en sí mismas como muy habitualmente en el curso de otros trastornos psicológicos, como un síntoma más.
En esto de las adicciones los hombres salen, en general, peor parados que las mujeres. Salvo alguna excepción, como la de las compras compulsivas, y alguna adicción concreta en la que han llegado en ocasiones a superar  a los hombres, como cuando hablamos de alcoholismo, en general los hombres son una población de riesgo mucho mayor. Si bien las adicciones pueden desarrollarse en cualquier momento de la vida de una persona, la población de mayor riesgo ha sido tradicionalmente la población joven de entre los 15 y los 25 años.
A pesar de estos datos generales, en los últimos años se han venido produciendo otros fenómenos: un alarmante avance en la edad de inicio de consumo y conductas de riesgo en adolescentes (entre los 12 y los 15 años) y un recrudecimiento de los problemas adictivos en la población adulta de mediana edad, debido en parte al aumento de los problemas sociales a causa de la crisis económica que golpea Europa y el resto de países occidentales desde hace ya cinco años aproximadamente.
Cabe recordar aqui la especial vulnerabilidad de esa poblacion de riesgo joven que ha aumentado su consumo de alcohol y otras drogas y que adelanta en su desarrollo sus primeras experiencias de consumo: en edades en las que el proceso madurativo cerebral aún o se ha completado el riesgo que implica el consumo de sustancia psicoactivas para la salud física y psicológica del adolescente o del joven brutal, por no hablar del riesgo que supone para el feto el consumo de alcohol, por ejemplo, de la madre embarazada.

http://blogs.periodistadigital.com/aprende-a-escucharte/2013/10/30/tabaco-alcohol-y-otras-adicciones-%C2%BFla-mayor-debilidad-humana/