sábado, 29 de septiembre de 2012

Familia y Adicciones

La familia es una parte importante en la comprensión, intervención y manejo clínico de las adicciones, por lo que es necesario que se involucre. Como resultado del proceso adictivo las relaciones, la comunicación y la conducta de los miembros de la familia de un adicto cambian y se hacen disfuncionales, produciendo codependencia y facilitando la conducta adictiva.

¿Qué es la codependencia? Es un sistema de conductas y pensamientos disfuncionales que, buscando controlar al adicto, en realidad apoyan al desarrollo de la adicción. Puede ocurrir en cualquier persona que está en contacto con el adicto: familiar, amigo, compañero, pareja, cliente, etc.
Las relaciones familiares y la comunicación se van haciendo cada vez más disfuncionales, debido a que el sistema familiar se va enfermando progresivamente. La comunicación se hace más confusa e indirecta, de modo que es más fácil encubrir y justificar la conducta del adicto. Esta disfunción se va convirtiendo en el estilo de vida familiar y produciendo, en muchos casos, el aislamiento de la familia de los contactos sociales cotidianos. Las reglas familiares se vuelven confusas, rígidas e injustas para sus miembros, así como los roles de cada miembro familiar que se van distorsionando. Los niños van formando su carácter codependiente, que puede facilitar el desarrollo de adicciones o de relaciones enfermas en el futuro.
El Triángulo del Drama. La mayoría de las familias de un adicto tiene tres posiciones básicas que interactúan entre sí para mantener la disfunción o el juego:
1.- Victima: Se percibe a sí mismo como víctima de la situación y de las personas a su alrededor. Culpabiliza a los demás de sus problemas y es incapaz de responsabilizarse por sus actos. Para comunicarse usa mucho la manipulación por el sentimiento de culpa. Es el rol preferido de los adictos, pero puede practicarlo por un codependiente también.
2.- Perseguidor: Está convencido de que es necesario controlar y someter al adicto, por lo que actúa buscando disciplinar o controlar la conducta que considera inadecuada o intolerable. Usa generalmente la agresión para comunicarse, muchas veces contra el adicto y el codependiente rescatador, a quien culpa de la conducta del adicto.
3.- Rescatador: Se impone la tarea de proteger al adicto de las consecuencias de su adicción y asume responsabilidades por el adicto, interponiéndose entre cualquier persona que sea agresiva con el adicto. Al "robarle" constantemente las crisis al adicto, le quita la capacidad de aprender de las consecuencias de sus actos. El rescatador alimenta en su interior un profundo temor de el adicto colapse si no se lo ayuda.

Centro NAIM
Fuente: www.adicciones.org

 http://www.infopico.com/social/11848-familia-y-adicciones

Adictos y adicciones: el cigarrillo

FEDERICO MÜLLER
viernes, 28 de septiembre de 2012
En este artículo se mencionan algunas prácticas del fumador mexicano, particularmente el habitante del área urbana, reveladas a través de encuestas de opinión; y como contraparte se describen distintas opciones viables que han tenido los gobiernos a su alcance, para desmotivar el consumo del tabaco y liberar de la adicción; varias de ellas están siendo utilizadas en los países desarrollados (PD), y en el mediano plazo han logrado contraer la demanda por el cigarrillo.
Los datos que publica la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican la disminución paulatina, pero continua, del hábito de fumar en los consumidores de los PD, pero desafortunadamente el decrecimiento no ha sido igual en las sociedades que conforman los países atrasados y aquellos con economías emergentes.
La diferencia entre el éxito y fracaso de las políticas públicas antitabaco entre los países, radica en la fortaleza de las instituciones públicas; la democratización imperante en los congresos legislativos; la pertinencia y racionalidad de las regulaciones contra las adicciones; la sólida organización de los grupos civiles y los mayores grados de escolaridad de los ciudadanos.
En el caso de la economía mexicana, y de acuerdo con información que dio a conocer el INEGI, en el período de 1994 a 2004, el número de fumadores se mantuvo sin cambio, se consideró una década estable en que las regulaciones y estrategias gubernamentales lograron que no se incrementara el consumo per cápita, pero tampoco consiguieron bajarlo.
A diferencia de otros trabajos limitados por el horizonte de tiempo, muy corto, el mencionado estudio se puede considerar como de cobertura amplia (10 años), y fidedigno porque fue realizado por un organismo autónomo, y debió cumplir con las exigencias de un proyecto científico en su metodología y levantamiento operativo de la muestra estadística.
En 2010, los hogares que más gastaron en la compra de cigarrillos fueron los estratos pobres, es decir aquellos con menores ingresos salariales. De cada tres consumidores de cigarrillos mayores de 15 años, uno es mujer; la participación femenina coloca a México en una posición muy vulnerable, en la clasificación mundial las fumadoras mexicanas ocupan el segundo lugar en el mundo, por el número y consumo, y la tendencia apunta a competir muy pronto por el primer sitio (Fuente: Tabaquismo en México…CFMR).
Los estudiosos de la medicina epidemiológica y adicciones coinciden en afirmar que las damas tienen mayores dificultades que los hombres para abstenerse de fumar, y si llegan a hacerlo, en el corto o mediano plazo reinciden.
COMPORTAMIENTO DEL FUMADOR
El proceder del fumador es difícil de tipificar o estandarizar, pero de acuerdo a breves entrevistas llevadas a cabo por encuestadores de opinión, los testimonios más escuchados no encuentran una lógica económica y mucho menos del cuidado de la salud, que trate de explicar o tal vez justificar el comportamiento adictivo.
Casi todos los fumadores reconocen que su adicción al tabaco les traerá problemas de salud en el futuro inmediato, y están conscientes que los fumadores pasivos también ponen en riesgo su salud por la exposición voluntaria o forzada al humo que desprende el cigarrillo encendido. Pero, aun con esa información, no abandonan el vicio.
Otro testimonio también muy escuchado del fumador, es el ingreso que percibo, es inferior al salario mínimo, pero a pesar de ello, fumo. Sé que es una manera de quemar el dinero, pero es mi dinero y considero que tengo derecho a gastarlo en lo que mejor me plazca.
Con los argumentos escuchados cualquier tipo de política pública anti adicción fracasa; de ahí que es más racional la educación entre los niños y los adolecentes para prevenir los malos hábitos.
REGULACIONES ANTITABACO
Las regulaciones de los gobiernos para disuadir a los fumadores de dejar de consumir tabaco han sido variadas e ingeniosas, algunas sobresalen por su creatividad, que evidencian un gran conocimiento de la sociedad a la cual gobiernan. Por lo desafiante y avanzado de las leyes, el régimen gubernamental australiano ha marcado un hito en cuanto a estrategias anti marketing del cigarrillo.
Estará obligando, en corto plazo, a las compañías cigarreras que compiten por el mercado de la austral isla, a comercializar sus productos con paquetes y envoltura homogénea; el cliente no puede discriminar su compra por marcas y colores, las cajetillas son todas de color verde, dejando algunos espacios cubiertos con fotografías sugerentes sobre los males que causa el hábito de fumar.
Tal vez sin proponérselo, los hacedores de esa política pública hicieron posible la materialización de uno de los supuestos más teóricos de la competencia perfecta, el manejar bienes iguales, sin diferencias en sus presentaciones comerciales.
Se pretende que el comprador no identifique su marca predilecta y con ello renuncie o al menos posponga la compra. Es una estrategia antimercado, muy socorrida en los años 60 del siglo XX en los países de la URSS, cuando para el ciudadano medio era lo mismo las compras a granel que por caja o paquete en los establecimientos comerciales.
Para apuntalar la venta en serie de cajetillas, los comerciales y promociones de las empresas cigarreras no se permiten en los medios de comunicación nacionales, quedan marginados de la programación por los mensajes subliminales que mandan al televidente o radioescucha en pro del consumo. Las reacciones de las tabacaleras que controlan el mercado internacional del cigarro, por supuesto, han sido de rechazo a esa novedosa política pública antinicotina.
Las multinacionales han apelado a la protección de la propiedad intelectual, por los recursos que han invertido en tecnología y publicidad del producto. Los efectos en la incidencia del consumo o adicción al cigarro se apreciarán en el mediano y largo plazo.
Otras medidas para restringir el consumo del tabaco se han enfocado a delimitar los espacios físicos que el fumador solía frecuentar, bares, restaurantes, y cafés prohíben fumar dentro de sus instalaciones. Algunos negocios han suavizado las restricciones, permitiendo el consumo en terrazas al aire libre o en sitios cerrados exclusivos para fumadores.
http://www.eldiariodecoahuila.com.mx/notas/2012/9/28/adictos-adicciones-cigarrillo-318430.asp

Salud capacitó en prevención de adicciones a más de 60 empleados de ARBA en Dolores


Perla Figueroa junto a Natalia Herrera, José Comas y Mauricio González
Perla Figueroa junto a Natalia Herrera, José Comas y Mauricio González
El ministerio de Salud de la Provincia, a través de la subsecretaría de Atención a las Adicciones, capacitó sobre prevención en adicciones a 65 empleados de la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA) en el municipio de Dolores.
La jornada estuvo a cargo del responsable del área de Docencia e Investigación de la SADA, Mauricio González. La capacitación busca generar trabajadores como agentes multiplicadores de la prevención en el ámbito laboral respecto al consumo de sustancias como el alcohol, el tabaco y diversas drogas.
Luego de la disertación, los asistentes trabajaron en talleres sobre el ámbito laboral como espacio de prevención de adicciones, representaciones sociales en torno al uso problemático de drogas y la intervención basada en factores múltiples factores como lo sanitario, social y comunitario.
Además, se presentó un informe sobre la red de atención de adicciones que posee la Provincia, los mecanismos de articulación con los Centros provinciales de Adicciones (CPA) locales, la función de la atención primaria de la salud, la participación de los distintos actores en la resolución de los problemas y la contextualización de cada problemática.
La capacitación reunió a más de 60 personas, entre gerentes, subgerentes, jefes de departamento, líderes de área, coordinadores, de diversos distritos como Chascomús, General Guido, General Lavalle, General Madariaga, Maipú, La Costa, Pinamar, San Clemente, Tordillo, Villa Gesell, Lezama, Pila, Dolores y Castelli.
Estas capacitaciones, que tienen una duración de 6 horas, ya se desarrollaron en Mar del Plata y se realizarán también en Pergamino, Trenque Lauquen, Mercedes, Azul, Bahía Blanca, La Plata y la zona metropolitana, que abarca Vicente López, La Matanza, Morón, Avellaneda y la ciudad autónoma de Buenos Aires.
Participaron de la capacitación la directora provincial de Prevención a las Adicciones, Perla Figueroa; Carlos Pergiácomi, de la dirección de Programación; la coordinadora de la Región XI, Natalia Herrera; el subdirector de Fiscalización y Servicios al Contribuyente de ARBA, José Comas; e integrantes de los equipos de los CPA de Dolores y Castelli.

http://www.ms.gba.gov.ar/sitios/prensa/2012/09/25/salud-capacito-en-prevencion-de-adicciones-a-mas-de-60-empleados-de-arba-en-dolores/

jueves, 27 de septiembre de 2012

Salud y seguridad

Capacitación de la SEDRONAR sobre prevención de adicciones

En el marco del acuerdo firmado con UOCRA, la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR) realizó el 5 de septiembre una jornada de Capacitación en Prevención de Adicciones en el ámbito laboral, dirigida a delegados gremiales. El encuentro se llevó a cabo en la seccional UOCRA de Monte Grande y estuvo a cargo de representantes de la SEDRONAR y de la obra social del personal de la construcción, Construir Salud. El propósito fue abordar la problemática del consumo de sustancias psicoactivas en el ámbito laboral y alentar la prevención y el tratamiento posterior.
En una primera instancia, la SEDRONAR había concretado a mediados de julio, en la sede de UOCRA central, una jornada de prevención y concientización para el personal técnico y médico de Construir Salud.

http://www.fundacion.uocra.org/noticia-capacitacion-de-la-sedronar-sobre-prevencion-de-adicciones.php

miércoles, 26 de septiembre de 2012

¿CUÁL ES LA SOLUCIÓN CON LAS ADICCIONES?
 
El Dr González señala: la primera solución para terminar con las adicciones es la Prevención y la segunda vía es el Tratamiento del trabajador.
El especialista explicó que en ocasiones cuando las empresas se deciden tomar medidas la primera preocupación es: ¿Cuánto costará introducir un programa para tratamiento de adicciones?
No obstante, en este punto son favorables los Programas de Responsabilidad Social organizados por la SRT , con distintas acciones en materia de prevención por ejemplo de Cesación Tabáquica, Empresa Libre de Humo, etc.
En este punto el doctor González explica que “las actuales generaciones de trabajadores ponen en jaque a los expertos médicos laborales. Estos jóvenes son expertos químicos, saben que como mínimo 10 días antes del testeo no deben fumar marihuana o que 3 días antes no deben beber alcohol (lo mismo con la cocaína) porque aparecerá en el chequeo”. Esta situación se revertirá cuando se implementen el test por cabello , que analiza el pelo y cada centímetro revela 1 mes para atrás de consumo, en este caso no se podrá especular. Aún no se utiliza en Argentina, es costoso pero no falta mucho para que se implemente.
Vacío legal
“En Argentina todavía existe un vacío legal en cuanto a política de alcohol y drogas en el ambiente laboral. Sin embargo, Marcelo Guinde, legislador de la provincia de Chubut tomó leyes anteriores que se están trabajando en las comisiones correspondientes hace más de un mes” expresó el Dr. González. Agregó que el Ministro del Trabajo Carlos Tomada envió a un asesor al parlamento para darle mayor impulso a esta iniciativa legislativa.
“Es un proceso lento, primero debe llegar a convertirse en ley para luego ser reglamentada por el Ejecutivo, lo que llevará un tiempo de espera. No obstante, este vacío legal no impide que las empresas hagan sus propias normativas en materia de Adicciones en el ámbito laboral”.
El experto sostiene que en Argentina hay una tolerancia social al consumo de drogas y lamentó que el pasado 26 de junio, “Día Mundial de la Lucha Contra el Uso indebido y tráfico ilícito de Drogas”, ningún medio de comunicación que lidera la opinión pública aludió al tema”, enfatizó.


Fuente: 13º Jornadas de Salud Ocupacional de la Sociedad de Medicina del Trabajo de la Provincia de Buenos Aires , 11,12 y 13 de noviembre, C.A.B.A.
Mesa sobre Prevención de Adicciones en el ámbito laboral: Dr. Ernesto González (Dto. de CAPLA), Dr. Germán Oviedo (Equipo de Salud PETROBRAS) y la Dra. María Emma Pafundi (Vice-Pte. Gestión Preventiva Organizacional)
DATOS:
6 de Junio, Día Internacional de la Lucha Contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas.
Sitio Web de la Campaña Mundial contra la Droga. Naciones Unidas:
www.unodc.org
www.abcpedia.com
Centro Argentino de Prevención Laboral de Adicciones, CAPLA
Doctor Ernesto E. González, Director
www.trabajosindrogas.com.ar
capla@fibertel.com.ar
Drogodependencia en el Trabajo
www-psicologia-online.com

 http://www.estrategiasalud.com.ar/prevencion_solucion_adicciones.htm

sábado, 22 de septiembre de 2012

SALUD | Adictos en plena crisis

Enganchados al trabajo

Un trabajador agobiado en una oficina. | E.M.Un trabajador agobiado en una oficina. | E.M.
  • Un estudio predice un aumento de adictos al trabajo en los próximos tres años
  • Javier: 'La adicción al trabajo me llevó a ser adicto al alcohol y la cocaína'
  • 'Detrás siempre hay ambición: antes por acumular, ahora es por no perder'
  • Alicia López de Fez, psicóloga: 'La dedicación completa es altamente valorada'
  • 'El gran peligro es el modelo americano de vida: vivir por y para trabajar'
  • Los investigadores alertan del contagio de 'una de las psicopatologías del siglo'
Javier es economista, tenía una empresa en el sector de la madera, una empresa familiar que había heredado de su padre y a la que dedicaba más horas de las que tiene el día. "Trabajaba desde las ocho de la mañana hasta las nueve de la noche. Todos los días. Viajes, comidas, cenas, fines de semana... Continuamente era comer, viajar, trabajar, reunirse...", recuerda.
Su empresa funcionaba en España y exportaba fuera. Había mercado en Europa y países árabes y llegó a tener bajo sus órdenes a más de un centenar de empleados. Eran tiempos de negocio y beneficios.
Las comidas, las cenas, las reuniones y la vida social de un empresario de éxito acabaron derivando en una adicción al alcohol y la adicción del alcohol acabó viajando hasta una adicción a la cocaína. Más comidas, más cenas, más droga, más trabajo.
'El trabajo me fue poco a poco destruyendo. Tomaba cocaína para poder soportar el ritmo que llevaba'
"El trabajo me fue poco a poco destruyendo. Tomaba cocaína para poder soportar el ritmo, para aguantar el cansancio y para poder buscar un estimulante. Al principio no le veía problemas al alcohol y la cocaína era como una cosa de fin de semana. Luego se fue alargando a algún día más y llegó un momento que todo se complicó. Ya no funcionaba a nivel profesional, tampoco a nivel familiar, la coca hacía daño, el alcohol igual. Se complicó todo, mi hígado empezó a fallar, se acumulaban los problemas e intentaba taparlo todo con más trabajo". Más negocios cada vez, más alcohol, más coca. Trabajo, trabajo, trabajo.
En 1997 Javier Carbonell ingresó en una clínica de Barcelona para desintoxicarse de la droga, del alcohol y, sobre todo, de su adicción a la empresa, génesis de su crisis. Estuvo tres meses sin consumir. Tres meses sin trabajar. En 2005 cerró el negocio y abrió la clínica Síndrome, un centro de tratamiento y rehabilitación de adicciones en Valencia.

Más víctimas en 2015

Un estudio desarrollado por investigadores de la Universitat Politècnica de València, la Universitat Jaume I de Castelló y la Universidad del País Vasco presentado este mes predice que el porcentaje de adictos al trabajo en España, que en la actualidad es de un 4'6%, alcanzará en poco más de tres años al 11'8% de la población.
Su informe establece a través de un cuestionario base tres categorías: los trabajadores racionales (con 40 horas o menos semanales); los sobretrabajadores (más de 40 horas) y los adictos (determinados por su nivel de compulsión a partir de las respuestas ofrecidas en la encuesta).
"Del estudio se deriva la necesidad de poner en marcha medidas de cara a evitar el contagio de la que está considerada como una de las psicopatologías sociales de este siglo", advierte Lucas Jódar, director del Instituto de Matemática Multidisciplinar de la UPV.

'Workaholic'

Pero, ¿cuándo es una persona adicta al trabajo? Alicia López de Fez es directora del Centro de Psicología López de Fez. "El adicto al trabajo es una persona con una excesiva necesidad de trabajar, lo que le produce problemas e interferencias en su estado de salud, en su felicidad y en sus relaciones personales. Es lo que se llama un 'workaholic'".
'Los adictos no son capaces de establecer límites cuando es necesario. Siempre hay que hacer más'
López de Fez aclara que no es lo mismo trabajar mucho que ser adicto al trabajo. "La diferencia fundamental estriba en que los adictos al trabajo no son capaces de establecer límites cuando es necesario. Son personas que han perdido el control de su actividad laboral, no logran imponerse reglas, aceptar sus límites; sienten la necesidad de hacer más y más, sin reparar en las consecuencias negativas que esto pueda acarrearles. El trabajo es la única meta en la vida: trabajar duramente más y más. Hacer siempre más".
Javier responde al retrato robot que dibuja la psicóloga. "El perfil suele ser el de personas de 35 a 45 años que han alcanzado puestos de responsabilidad en sus empresas y que desempeñan tareas cualificadas. Por un lado están los obsesivos, personas muy perfeccionistas y exigentes que no saben delegar y quieren tener el control de todo; por otro, los narcisistas, persona muy ambiciosa y cegada por la obtención de poder".
Javier se reconoce sobre todo en el segundo caso. "Detrás siempre hay ambición. Da igual que seas empresario, abogado o albañil. Siempre justificas las horas de trabajo porque crees que son necesarias, pero esa es la gran mentira. El adicto al trabajo lo es porque es ambicioso".
Subraya la psicóloga que el tipo de trabajo que crea adicción es aquel que proporciona mucha autonomía a la persona, "de forma que puede dilatar a su voluntad los horarios de trabajo e imponerse las cargas laborales que quiera asumir".
El Centro López de Fez trabaja con adictos al trabajo desde hace años. Sus pacientes son especialmente difíciles de identificar. "Un adicto al trabajo no presenta problemas durante un largo tiempo. La empresa para la cual trabaja y toda la sociedad le están agradecidas por los frutos de su esforzado empeño. Y la familia también puede disfrutar de alguna ventaja. Esta situación continua hasta que el trabajador incansable llega a un punto de ruptura", explica la directora. "Las personas pueden quedar atrapadas en su propio éxito atendiendo constantemente las exigencias laborales antes que las propias".

Adicción y crisis económica

El programa mátemático que han utilizando en su estudio las Universidades de Castellón, Valencia y País Vasco contempla el actual escenario económico, los datos del paro y las previsiones de futuro. Resultado: más adictos.
'Da igual que seas empresario, abogado o albañil. Detrás siempre hay ambición'
Alicia López de Fez admite que "la adicción al trabajo se ve favorecida por la incertidumbre y la falta de seguridad que caracterizan el actual mundo laboral" pero alerta, aún más, de los peligros del "modelo norteamericano de vida".
"Es un modelo orientado al trabajo, donde la gran mayoría de las personas viven por y para trabajar, y que llega, como siempre, con treinta años de retraso a España. No hay más que ver los programas de televisión de 'Españoles por el Mundo' en las grandes ciudades de Norteamérica o hablar con personas que están viviendo y trabajando allí y que nos cuentan de primera mano esto mismo".
Javier Carbonell está convencido de que la situación económica no es determinante. "Cuando estábamos en tiempos de bonanza económica había muchos adictos al trabajo; ahora también los hay", apunta. "Antes era la ambición por acumular, ahora es por no perder".

 http://www.elmundo.es/elmundo/2012/09/16/valencia/1347796669.html

Estar limpio: controles de consumo de drogas y alcohol en el lugar de trabajo

Realizar controles de consumo de drogas constituye un asunto intrínsecamente polémico que plantea la cuestión de dónde debe trazarse la línea divisoria entre el derecho a la intimidad y el derecho al profesionalismo. Planeta Trabajo evalúa la cuestión y examina el modo cómo evolucionan la nueva legislación, los estudios y los programas de prevención al respecto.





Los controles de drogas en el lugar de trabajo (CDLT) constituyen un fenómeno relativamente nuevo en todo el mundo, que se difunde a través de las multinacionales de los países industrializados a las regiones en desarrollo. Algunos los prescriben como método eficaz para abordar el abuso de determinadas sustancias en el trabajo. Sin embargo, ¿lo es en realidad? La controversia rodea a los CDLT. Los aspectos considerados van desde el derecho a la intimidad, a la responsabilidad social y la función y responsabilidad potencial de empleadores y de la empresa privada. Por otra parte, en el debate influyen además cuestiones tales como la necesidad de determinar si los resultados de los controles son en realidad indicativos del abuso de sustancias en el trabajo, o si ponen de relieve fundamentalmente actividades realizadas fuera del lugar de trabajo.
El primer argumento a favor de los CDLT atañe sobre todo a las profesiones en las que la seguridad resulta esencial, en sectores como la medicina, el transporte y la construcción, en los que unos sentidos y una capacidad de juicio deteriorados pueden tener consecuencias fatales; la seguridad empresarial en lo que respecta a la productividad y la propiedad constituye asimismo un motivo de inquietud significativo. Por otra parte, los defensores de los CDLT argumentan que los empleadores han de asumir un "deber de asistencia" para proporcionar un entorno de trabajo seguro.
Abundan los argumentos a favor y en contra de los controles. Los que discrepan del valor de los CDLT argumentan que éstos sólo pueden indicar el uso de sustancias, y no la repercusión en el rendimiento, ni permiten distinguir entre uso y abuso. Además, los CDLT plantean varias consideraciones éticas, entre las que figura la confidencialidad de la información personal, y la determinación de si le asiste o no al empleador el derecho a saber lo que hacen sus empleados fuera del horario de trabajo. A ésto hay que añadir que los CDLT no son fiables al 100%, y que generan en ocasiones "falsos positivos".

El impacto del abuso de substancias en el trabajo

De acuerdo con el informe anual de 2005 de la Oficina contra la Droga y el Delito de las Naciones Unidas, 200 millones de personas en edad de trabajar de 15 a 64 años, lo que equivale al 5% de la población, consumió drogas ilícitas al menos una vez en 2005.
Ahondando en la cuestión, se observa que la región en la que el consumo de cannabis se encuentra más extendido es la de las islas del Pacífico, seguida de América del Norte y África. Casi dos tercios de los consumidores de anfetamina y metanfetamina en el mundo residen en Asia. Asimismo, dos tercios de los 14 millones de consumidores de cocaina en el planeta viven en América (UNODC, 2005).
El abuso de drogas le cuesta a la economía de Estados Unidos más de 250.000 millones de dólares al año, así como unos 500 millones de jornadas de trabajo perdidas. El Departamento de Trabajo de Estados Unidos, que estima que hasta 9 millones de trabajadores del país consume drogas, señala que los empleados que abusan de estas sustancias y del alcohol registran un 66% más de absentismo laboral y presentan más demandas indemnizatorias que los no consumidores. Se ven envueltos en un porcentaje de accidentes en el lugar de trabajo que se cifra en torno al 50%, y utilizan las prestaciones sanitarias un 300% más que el resto de empleados. Además, el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos señala que el 44% de los consumidores de estas sustancias ha vendido drogas a otros empleados, y un 18% ha robado a compañeros de trabajo para costearse su hábito (Personnel Today, 25 de enero de 2006).
Por su parte, en el Reino Unido, entre 11 y 17 millones de jornadas laborales se pierden cada año a causa del abuso del alcohol, lo que le cuesta anualmente a la economía unos 1.800 millones de libras esterlinas, según los datos de Alcohol Concern. Un estudio a cargo del Portman Group puso de relieve que el 63% de los empleados telefonea a sus empresas para decir que está enfermo después de emborracharse la noche anterior, en lugar de acudir a su puesto de trabajo (ibid).
Al estimar la pérdida en efectivo para la economía del país, han de considerarse así mismo los efectos de un mayor riesgo de lesión, depresión, estrés, deterioro del estado de ánimo, aumento del absentismo y elevados costes de indemnización y seguro de los trabajadores. Por ejemplo, el abuso de alcohol y drogas le cuesta a las empresas de Alberta, Canadá, más de 400 millones de dólares de Estados Unidos al año en pérdidas de productividad, según la Alberta Alcohol and Drug Addictions Commission.

¿Controlar o no controlar?

En los últimos años, estas graves circunstancias han provocado un creciente interés en todo el mundo por los CDLT. Tal proceso ha culminado en la promulgación de nuevas leyes en algunos países, un incremento de las pruebas sobre consumo de drogas en todo el mundo, y un llamamiento claro y firme por parte de los empleadores a favor de la adopción de directrices más explícitas respecto al modo de abordar eficazmente la cuestión.
No obstante, el debate pone sobre la mesa un gran número de argumentos éticos sensibles. Los detractores de los CDLT argumentan que el proceso de comprobación supone una invasión injustificada de la vida privada y la integridad física de las personas. Para contrarrestar tal argumento, en algunas leyes se ha estipulado que los CDLT sólo puedan efectuarse con el consentimiento de aquéllos que vayan a someterse a las pruebas. Los detractores de los CDLT responden a ésto que el "libre consentimiento" puede resultar imposible de obtener si los empleados temen las consecuencias de negarse a realizar los controles. Asimismo, otros argumentan que los empleados que rechazan someterse a una prueba de consumo de droga podrían levantar sospechas, sin querer, de que tienen algo que ocultar.
La negativa a cumplir un requisito relativo al CDLT incluido en un contrato de trabajo puede interpretarse como una violación disciplinaria en el Reino Unido, mientras que, en otros países europeos como Bélgica y Finlandia, se considera que derechos fundamentales como el derecho a la intimidad son indivisibles y, por tanto, una persona no puede consentir en su renuncia. En 2001, Finlandia promulgó una nueva ley destinada a legalizar los controles del consumo de drogas en el lugar de trabajo.
A pesar de la controversia suscitada, en especial respecto a los controles de consumo aleatorios, los laboratorios que las llevan a cabo en Irlanda, Países Bajos, Noruega y el Reino Unido manifiestan que se ha producido un aumento de la demanda. En Francia, Noruega y Países Bajos, sólo los trabajadores en puestos importantes en materia de seguridad "tradicionales" deben someterse a este tipo de controles en alguna de sus formas. En los Países Bajos las pruebas previas a la contratación con fines selectivos son ilegales. En Francia, sólo los médicos de empresa pueden decidir respecto a la realización de las pruebas, no el empleador. Por otro lado, en Finlandia, Francia, Bélgica, Alemania y Austria, el resultado de los controles se comunica al médico de empresa, no al empleador. Al médico de empresa sólo se le permite informar al empleador de la idoneidad o no del candidato para el puesto considerado. Por otra parte, los empleadores del Reino Unido y de Suecia creen que los controles deberían aplicarse a todos los trabajadores y tipos de empleo, con el fin de garantizar la "seguridad de la actividad empresarial” (Ethical issues in workplace drug testing in Europe, Ginebra, OIT 2003).

A continuación se ofrecen otras estadísticas de todo el mundo sobre esta cuestión:

  • En torno al 5% de las empresas de Irlanda utiliza alguna forma de comprobación del consumo de drogas por empleados, y en una reciente encuesta se señalaba que, previsiblemente, un 10% de las empresas introduciría los controles en 2005 (Irish Independent, 28 de junio de 2005).
  • Habitualmente, los empleadores de Nueva Zelanda sólo exigen la realización de CDLT para los puestos de alto riesgo. De acuerdo con el Institute of Environmental Science and Research de Nueva Zelanda, que realiza la mayoría de los controles, se ha pasado de los 3.000 que se efectuaban hace 10 años, a los 28.000 que se prevé que se realicen a lo largo de 2006. En las ocupaciones en sectores como los de la silvicultura, el transporte y el tratamiento de carne y aves de corral, los controles se llevan a cabo para toda la plantilla de las empresas (Dominion Post, 4 de marzo de 2006).
  • Según un estudio de 2002 llevado a cabo por la Alberta Alcohol and Drug Abuse Commission, el 8% de los 755 empleadores encuestados declaró que sus empresas contaban con programas de comprobación del consumo de alcohol o drogas, frente al 1% registrado en 1992 (Calgary Herald, 11 de junio de 2005).
  • En Estados Unidos, Los CDLT han aumentado en más de un 1.200% desde 1987, fecha en la que se promulgó la Ley federal para un lugar de trabajo libre de drogas, según señala la American Management Association. La Ley exige que las empresas que obtienen contratos o subvenciones federales cuenten con lugares de trabajo libres de drogas, y anima a los empleadores a formular políticas en materia de abuso de tales sustancias, y a impartir formación al respecto en el lugar de trabajo (Personnel Today, 25 de enero de 2006).

¿Tolerancia cero, o cultura de tolerancia?

La política de la OIT en la última década se ha centrado en un cambio hacia la prevención del abuso de sustancias en el lugar de trabajo, y contempla la definición de los problemas relacionados con el consumo de drogas y de alcohol como problemas de salud que deben tratarse del mismo modo que otras cuestiones de índole sanitaria. Con todo, algunas políticas de empresa se apartan de la visión nacional sobre el tema en sus respectivos países. Aunque la dependencia de las drogas en Canadá se considera una discapacidad y, por tanto, los que la padecen deben tener cabida en los lugares de trabajo, muchos empleadores canadienses adoptan un enfoque de tolerancia cero, en lugar de afrontar la carga de las pérdidas de la productividad y el aumento de los costes de rehabilitación (OS&H Canada, 1 de octubre de 2005).
Algunos creen que la adopción de una política de CDLT para toda la empresa, en lugar de actuar respecto a determinadas personas sobre la base de una sospecha razonable, constituye una solución viable al problema. Por ejemplo, British Airways adoptó recientemente una nueva política de control del consumo de drogas y de alcohol que afecta a la totalidad de su plantilla con base en el Reino Unido, desde los despachadores de equipaje a los directivos. La aerolínea declara que el objetivo de esta nueva política es mejorar la eficacia y la seguridad. Con arreglo a lo dispuesto en dicho instrumento, el nuevo personal puede ser sometido a controles aleatorios en los seis primeros meses de actividad, y lo mismo es aplicable en el caso de los trabajadores que regresan a su puesto después de un período de rehabilitación iniciado por el abuso de tales sustancias (Personnel Today, 29 de junio de 2004).
Del mismo modo, en Estados Unidos, una sección de la National Electrical Contractors Association (NECA) adoptó un programa de control aleatorio de consumo de drogas dirigido a sus contratistas y a la totalidad de sus empleados, desde los propietarios al personal de oficina. Tales controles aleatorios han constituido un objetivo largamente deseado por los líderes locales, pero, desde el punto de vista político, se trataba de un programa de difícil aplicación. De acuerdo con la NECA, el sector de la construcción en Estados Unidos se sitúa a la cabeza entre las ocupaciones en las que el abuso de este tipo de sustancias representa un problema. Con los controles anuales, los empleados conocen la fecha exacta de su realización, lo que, obviamente, pone en duda cualquier tipo de resultado. Sin embargo, en el caso de los controles aleatorios, los empleados son advertidos de su realización con tan sólo 8 horas de antelación (Quad City Times, 5 de enero de 2006).
Un laboratorio de pruebas de Adelaida, Australia, que realiza periódicamente análisis de orina a médicos para detectar el consumo de drogas entre estos profesionales, aboga por la obligatoriedad de este tipo de pruebas dirigidas en todos los médicos y pilotos. Sus responsables han tenido la oportunidad de examinar los resultados de las pruebas practicadas a médicos y han observado la presencia de fuertes analgésicos, petidina, morfina y benzodiacepinas, lo que les ha llevado a actuar. El Ministro de Sanidad espera actualmente un informe sobre la comprobación obligatoria del consumo de drogas aplicada a médicos antes de adoptar una decisión al respecto (Sunday Mail, 22 de enero de 2006).

Cuidado con el "falso positivo"

Supongamos que una persona consiente en someterse a una prueba de consumo de drogas, ya sea de carácter aleatorio o como medio de selección previo a la contratación. El resultado del laboratorio indica la presencia de rastros de heroína, un narcótico altamente adictivo. ¿Qué sucede entonces? A pesar de la primera conclusión, los expertos señalan que, en realidad, es posible que la persona en cuestión haya ingerido grandes cantidades de semillas de adormidera, y que no haya consumido heroína, ya que ambas sustancias derivan de la adormidera. Por esta razón, la Administración Federal de Estados Unidos ha elevado recientemente el umbral correspondiente a los opiáceos en CDLT a 2.000 nanogramos por mililitro, frente a los 300 nanogramos establecidos anteriormente (New York Times, 11 de enero de 2005).
Del mismo modo, algunas aseguran que el resultado de una prueba de consumo de drogas depende en parte del color del pelo. La prueba basada en el pelo cuenta con el respaldo de algunos empleadores porque permite detectar la presencia de droga hasta tres meses después de su consumo, mientras que, en los análisis de orina, tal período de comprobación oscila únicamente entre uno y tres días. Sin embargo, diversos estudios han puesto de manifiesto que las personas de pelo oscuro tienen más probabilidades de dar positivo en este tipo de pruebas debido a sus mayores niveles de melanina, que permiten que los compuestos de las drogas se combinen más fácilmente con el cabello (Associated Press, 31 de agosto de 2005). Es necesario validar los resultados de las pruebas y evaluar, con la ayuda de profesionales de la medicina, si los resultados positivos son indicativos de un abuso de sustancias (OH&S Canada, 2005).
Estos ejemplos dan idea del campo de minas potencial al que se enfrentan los empleadores que deciden aplicar una política de control del consumo de drogas. Sin embargo, resulta evidente que las empresas de todos los sectores desean contar con directrices más claras respecto al modo de abordar con eficacia el abuso de este tipo de sustancias en el lugar de trabajo. Un estudio de Blake Lapthorn Linnell sobre empleadores en el Reino Unido realizado en 2004 puso de relieve que casi la mitad de ellos carece de tales políticas de control, pero que tampoco saben por dónde empezar. En torno a dos tercios de los consultados señalaron que el Gobierno debía promulgar legislación sobre el control del consumo de drogas, siempre que se mantenga un equilibrio entre el derecho del empleador a seleccionar trabajadores que no sean consumidores de drogas ilegales, y el derecho a la intimidad del empleado (Personnel Today, 7 de septiembre de 2004).
Buenas prácticas en el CDLT
Si los empleadores deciden utilizar este tipo de pruebas, es importante que se utilicen buenas prácticas, como las siguientes:
  • Política de control: deberá existir por escrito un documento sobre tal política, cuyo contenido sea conocido por todos los interesados. En la política de control deberán abordarse las cuestiones de prevención, identificación, asesoramiento, tratamiento y rehabilitación, y deberá detallarse en qué momento se emprenderán acciones disciplinarias.
  • Confidencialidad: deberá observarse estrictamente.
  • Calidad: los métodos de investigación y confirmación deberán basarse en principios de química analítica diferentes, o en separaciones cromáticas distintas (primera prueba de inmunoanálisis, cromatografía de gas confirmador). Las pruebas serán efectuadas por un laboratorio acreditado que utilice directrices de procedimiento aceptadas.
  • Consulta: la política de control deberá formularse en consulta con los trabajadores y sus representantes.
  • Revisión: los procedimientos deberán someterse a revisiones periódicas con el fin de procurar su constante mejora.
¿Qué debe hacer un empresario en vez de aplicar las pruebas, o al aplicarlas?
  • Disponer de políticas y programas de prevención que sean conformes con el Repertorio de recomendaciones prácticas de la OIT de 1996.
Repertorio de recomendaciones prácticas de la OIT, 1996
El Repertorio de recomendaciones prácticas de la OIT de 1996, hace hincapié en el planteamiento preventivo, en el que:
  • se aboga por la evaluación conjunta por parte de los empleadores y los trabajadores y sus representantes de los efectos del consumo de alcohol y de drogas en el lugar de trabajo, y por la cooperación de las partes en la formulación de una política por escrito para la empresa;
  • se definen los problemas relacionados con el consumo de alcohol y drogas como problemas de salud, y se establece la necesidad de abordarlos, evitando todo tipo de discriminación, como cualquier otro problema de salud en el trabajo;
  • se recomienda que las políticas sobre consumo de drogas y de alcohol en el lugar de trabajo cubran todos los aspectos de la prevención, la reducción y la gestión de los problemas relacionados con esta forma de abuso, y que se integren programas de información, educación y formación pertinentes, siempre que sea posible, en amplios programas de desarrollo de recursos humanos, de condiciones de trabajo o salud y de seguridad en el trabajo; y
  • llega lejos en el establecimiento de principios éticos fundamentales para una acción concertada y eficaz, como los de confidencialidad de la información personal, y de autoridad del empleador para imponer medidas disciplinarias a los trabajadores por mala conducta profesional, incluso en los casos en que ésta se asocia al consumo de alcohol y drogas.
  •  http://www.ilo.org/global/publications/magazines-and-journals/world-of-work-magazine/articles/WCMS_082286/lang--es/index.htm

La lucha contra el consumo abusivo de drogas y alcohol en el lugar de trabajo

Los consumidores moderados de bebidas alcohólicas que un día toman 'una copita de más' provocan en realidad muchos más problemas en el lugar de trabajo que aquella categoría de colegas, menos numerosa, formada por los grandes bebedores. Estos han desarrollado 'mecanismos de tolerancia física y de funcionamiento social' que les permiten disimular las consecuencias de su dependencia alcohólica en el plano profesional, según indica un nuevo informe preparado por la Oficina Internacional del Trabajo.

Comunicado de prensa | 3 de febrero de 1998
GINEBRA (Noticias de la OIT) – Los consumidores moderados de bebidas alcohólicas que un día toman "una copita de más" provocan en realidad muchos más problemas en el lugar de trabajo que aquella categoría de colegas, menos numerosa, formada por los grandes bebedores. Estos han desarrollado "mecanismos de tolerancia física y de funcionamiento social" que les permiten disimular las consecuencias de su dependencia alcohólica en el plano profesional, según indica un nuevo informe preparado por la Oficina Internacional del Trabajo. (Nota 1)
Además, el informe señala que el costo económico de "la patología de dependencia", en el que se incluye el tratamiento, la prevención, la investigación, las medidas de aplicación de la legislación pertinente y la pérdida de productividad no sólo en relación con el consumo abusivo de alcohol, sino de otras sustancias como las drogas ilícitas, ya sea por separado o mezcladas con alcohol, es muy elevado en varios de los países estudiados.
"Aunque resulta difícil cuantificar los costos económicos de la pérdida de productividad, no cabe duda de que son enormes", prosigue el informe citando estudios efectuados en Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Australia, Alemania y Canadá. Otras consecuencias del abuso de alcohol que son difíciles de evaluar se refieren al empobrecimiento de los niveles de educación, el aumento de los divorcios, la desmoralización de los trabajadores, la baja del rendimiento, así como el aumento del despilfarro y del vandalismo.
Estas y otras conclusiones del estudio serán examinadas en una reunión de la OIT, que tendrá lugar en Ginebra los días 3 y 4 de febrero. En esta ocasión se congregarán expertos de la OIT, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa de las Naciones Unidas para la Fiscalización Internacional de Drogas (PNUFID) con dirigentes de los sectores público y privado de los países participantes en un programa quinquenal (Nota 2) -Egipto, México, Namibia, Polonia y Sri Lanka-, con el fin de dar los toques finales al proyecto de informe en que se presentarán los resultados de dicho programa.
Algunas de las cuestiones planteadas por el informe son las siguientes:
* Entre 70 y 80 por ciento de los incidentes provocados por el alcohol (accidentes, riñas, ausentismo, delitos) son obra de bebedores moderados o de personas que beben muy poco, lo que se explica por que éstos son la aplastante mayoría de los consumidores.
* El estudio de los costos de las patologías asociadas que se han realizado en algunos países muestran el elevadísimo costo que supone el consumo abusivo de alcohol y drogas. Por ejemplo, en los Estados Unidos, el costo económico estimado del consumo excesivo de alcohol fue de 70.000 millones de dólares en 1985 (consumo de drogas: 44.000 millones de dólares); en el Reino Unido, dicho costo fue de 1.600 millones de libras (es decir, 2.600 millones de dólares); en el Japón, de 664.000 millones de yen en 1987 (o 5.700 millones de dólares, es decir, 1,9 por ciento del PIB de ese año); en Australia, de 4.500 millones de dólares australianos en 1988 (3.380 millones de dólares de EE.UU.); en Alemania, cerca de 6.000 millones de DM en 1990 (o 3.300 millones de dólares), y en Canadá, de 7.500 millones de dólares canadienses (5.500 millones de dólares de EE.UU.) en lo que atañe al alcohol y de 1.370 millones de dólares (941.000.000 de dólares de EE.UU.), al consumo ilegal de drogas, en 1992. (Nota 3)
* En todas las ocupaciones confundidas, las tasas más elevadas de consumo y abuso de alcohol y drogas corresponden a los trabajadores más jóvenes, de sexo masculino. Hay algunos sectores profesionales más expuestos que otros a la propagación del alcohol y las drogas, como los servicios de expendio de comidas y bebidas, el transporte y las actividades marítimas.
* Entre los hombres, la mayor incidencia del consumo de alcohol, marihuana y cocaína en el puesto de trabajo se registra en los sectores de las recreaciones, los espectáculos y la construcción. Entre las mujeres, las tasas más altas de consumo de alcohol se registran en la agricultura, la silvicultura y la pesca.
* El consumo de alcohol es elevado entre los juristas, el personal doméstico, los directores de empresa, el personal de las fuerzas armadas, las profesiones de la salud y incluso los funcionarios de policía. El consumo de drogas es intenso emtre médicos, enfermeras, personal militar, altos directivos de empresa, conductores de camiones, pilotos y obreros ocupados en cadenas de fabricación masiva.
* La población más expuesta es la categoría de edad de 20-30 años. Entre 20 y 35 años de edad, los perjuicios provocados por el alcohol corresponden sobre todo a los accidentes, las riñas y el ausentismo debido a la intoxicación alcohólica. Entre las edades de 35 y 55 años, los perjuicios derivados del consumo de alcohol consisten en patologías diversas y en alteraciones psico-neurológicas.
* El consumo abusivo de drogas y alcohol tiene repercusiones de más amplio espectro, pues afecta a los familiares y colegas, ya sea en forma de pérdida de ingresos, de tensión o de desmoralización.
Asimismo, la reunión pasará revista a un programa de promoción de nuevos métodos de tratamiento de los problemas derivados del consumo de drogas y alcohol, basados en una mayor participación de las personas que ejercen funciones de dirección en el lugar de trabajo y en la cooperación de las organizaciones sindicales. Este programa también recurre al apoyo de los interlocutores sociales y a las redes establecidas por las organizaciones de empleadores y de trabajadores, con el fin de asegurar el acceso a las empresas y su personal.
"Se trata de un programa esencialmente orientado a la prevención, cuya puesta en práctica queda a cargo de los directores y mandos de la empresa; en este sentido, se aparta de los esquemas tradicionales centrados en la actuación de los expertos, el tratamiento y la rehabilitación." En estos términos define las características esenciales del programa Behrouz Shahandeh, asesor principal en prevención del consumo de drogas y de alcohol, de la OIT. "Las actividades de prevención no pueden concebirse al margen de las actitudes, los valores y el comportamiento fomentados por la empresa, como tampoco del entorno y las condiciones laborales."
Este programa se puso en marcha antes de la adopción, en enero de 1995, por una Reunión tripartita de expertos, de un Repertorio de recomendaciones prácticas sobre el tratamiento de las cuestiones relacionadas con el alcohol y las drogas en el lugar de trabajo, cuya publicación fue aprobada posteriormente por el Consejo de Administración de la OIT. (Nota 4) En este repertorio se han plasmado criterios internacionalmente reconocidos sobre la forma de abordar los problemas derivados del consumo de drogas y alcohol en el lugar de trabajo.
El programa emplea un sistema de "colores de tráfico" para clasificar a los trabajadores que requieren ayuda: zona verde (no tienen problemas de consumo abusivo de sustancias), zona naranja (trabajadores que necesitan un apoyo básico, como el respaldo de un orientador) y zona roja (personal que requiere tratamiento y rehabilitación).
Por regla general, las empresas que han hecho frente al problema se han concentrado en prestar ayuda a los trabajadores que ya tenían problemas de alcoholismo o dependencia de sustancias, proporcionándoles servicios de orientación o remitiéndoles a programas de tratamiento o rehabilitación, con el objeto de asegurar su reintegro a la actividad laboral. Tales programas están destinados únicamente a los alcohólicos o drogadictos (zona roja), que representan tal vez un 3 por ciento de la fuerza de trabajo, y a aquellos trabajadores que experimentan los primeros efectos de la dependencia con respecto al alcohol y las drogas (zona naranja), que representan entre 8 y 10 por ciento de la fuerza de trabajo.
"Habida cuenta de estos antecedentes", indica el Sr. Shahandeh, "la mayor innovación del proyecto ha consistido en pasar del paradigma metodológico centrado en la búsqueda de soluciones directas al problema (las zonas roja y naranja), a un método preventivo que se centra en la zona verde", añadiendo otro objetivo, a saber, impedir que los trabajadores de la zona verde deriven hacia las zonas naranja o roja.
Un estudio efectuado cinco años después de la concepción del programa puso de manifiesto que en más de la mitad de las 38 empresas participantes se registró una disminución de los problemas derivados del consumo de drogas y alcohol. Las principales mejoras se tradujeron en un menor nivel de ausentismo, menos problemas de disciplina y menos llegadas tardías al trabajo. Las empresas incluidas en el estudio (Nota 5) abarcaban distintos sectores de la economía: agricultura, manufactura, comercio, transporte, administración pública, banca y finanzas, y empleaban a un total de 125.000 trabajadores (84 por ciento de varones). Para casi todas, los resultados más importantes de su participación en el proyecto fueron "la elevación de la calidad del trabajo, el aumento de la productividad y las utilidades de la empresa, la mejora del bienestar de los trabajadores y sus familiares, la toma de conciencia de los efectos que al consumo abusivo de sustancias tiene en el lugar de trabajo y la menor frecuencia de los conflictos entre los trabajadores y los supervisores".
En el marco del programa, se han creado asociaciones nacionales de administradores de recursos contra el consumo abusivo de drogas (designadas por el acrónimo inglés de ARMADA); la reunión del 5 de febrero se ocupará precisamente de la orientación futura de estas asociaciones. El mecanismo supone la colaboración de los más altos directivos de las empresas que están aplicando programas de prevención. "La organización en redes ha sido muy útil por lo que se refiere a la puesta en común de informaciones, experiencias y recursos y en la realización de actividades conjuntas a nivel comunitario", explica a guisa de conclusión el Sr. Shahandeh. Las acciones de las asociaciones ARMADA también han permitido hacer participar en los programas a los familiares de las personas interesadas.
Nota 1:
Substance abuse and the workplace: Current state of research and future needs. Proyecto de informe preparado para la Oficina Internacional del Trabajo por el Centro Canadiense sobre el Consumo Abusivo de Sustancias, diciembre de 1997.
Nota 2:
La OIT, la OMS y el PNUFID son los organismos ejecutores del proyecto sobre Programas modelo en materia de prevención del consumo abusivo de drogas y alcohol entre los trabajadores y sus familias; la responsabilidad de la conducción del proyecto incumbe a la OIT.
Nota 3:
Tipos de cambio de enero de 1998. Estas cifras no tienen carácter oficial y sólo deben usarse como valores de referencia.
Nota 4:
Tratamiento de cuestiones relacionadas con el alcohol y las drogas en el lugar de trabajo, Repertorio de recomendaciones prácticas de la OIT, 1996, ISBN 92-2-309455-0. Precio: 15 francos suizos.
Nota 5:
Algunas de las empresas participantes fueron:
- en Egipto, Petroleum Cooperative Company, the Cairo Transport Company y the Arab Gelatine Pharmaceutical Products;
- en México, Ford Motor Company, KALTEX (productos textiles) y CELANESE (productos químicos);
- en Namibia, Namibia Beverages (productores de Coca Cola), Telecom Namibia y Model Supermarket Ltd.;
- en Polonia, Rokita Chemicals, Power Engineering Technical Services y Rolling Stock Company, y
- en Sri Lanka, Ministerio de Trabajo y Formación Profesional, Bata Ceylon Ltd. y Ever-Ready Battery Ltd..

 http://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_008941/lang--es/index.htm

Seguridad y salud en el trabajo

Cada 15 segundos, un trabajador muere a causa de accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo.

Cada 15 segundos, 160 trabajadores tienen un accidente laboral.
Cada día mueren 6.300 personas a causa de accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo – más de 2,3 millones de muertes por año. Anualmente ocurren más de 317 millones de accidentes en el trabajo, muchos de estos accidentes resultan en absentismo laboral.

El coste de esta adversidad diaria es enorme y la carga económica de las malas prácticas de seguridad y salud se estima en un 4 por cierto del Producto Interior Bruto global de cada año.

Las condiciones de seguridad y salud en el trabajo difieren enormemente entre países, sectores económicos y grupos sociales. Los países en desarrollo pagan un precio especialmente alto en muertes y lesiones, pues un gran número de personas están empleadas en actividades peligrosas como la agricultura, la pesca y la minería. En todo el mundo, los pobres y los menos protegidos - con frecuencia mujeres, niños y migrantes - son los más afectados.

El Programa de Seguridad y Salud en el Trabajo y Medio Ambiente de la OIT, SafeWork, tiene como objetivo crear conciencia mundial sobre la magnitud y las consecuencias de los accidentes, las lesiones y las enfermedades relacionadas con el trabajo. La meta de SafeWork es colocar la salud y la seguridad de todos los trabajadores en la agenda internacional; además de estimular y apoyar la acción práctica a todos los niveles.

Trabajo decente es trabajo seguro.
 
 http://www.ilo.org/global/topics/safety-and-health-at-work/lang--es/index.htm

viernes, 21 de septiembre de 2012

Mayor Zaragoza: "cuando hablamos de educación en valores, es porque no hay otra manera de hablar de educación”

21/09/2012 
MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
El presidente de la Fundación Cultura de Paz y ex director general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, ha declarado este viernes que “cuando hablamos de educación en valores, es porque no hay otra manera de hablar de educación”.
Mayor Zaragoza hizo estas declaraciones durante la conferencia de apertura del Encuentro Acción Magistral, una iniciativa organizada por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), la Comisión Española de Cooperación con la Unesco y BBVA.
El encuentro, que analizó de qué forma se aborda en la actualidad la educación en valores, cuáles son las necesidades del profesorado para desarrollar proyectos de valores sociales y cómo el educador puede convertirse en agente y dinamizador del cambio educativo, reunió a cerca de 200 profesores en activo de Educación Infantil, Primaria y Secundaria. Según Mayor Zaragoza, los docentes españoles "son de los mejores profesores del mundo".
El presidente de la Fundación Cultura de Paz dijo que "para que la educación pueda contribuir a la libertad y responsabilidad de las personas" tiene que fundamentarse en los principios democráticos, que "son los valores fundamentales de la justicia, la igualdad, la libertad y la solidaridad".
Mayor Zaragoza apuntó que, en la actualidad, "se dan tres circunstancias que nunca se habían dado antes" y que contribuyen al cambio: la conciencia global, el nuevo rol de la mujer en el escenario de la toma de decisiones y las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
"En la educación participamos todos, y tiene que ser a lo largo de toda la vida. El pasado ya está hecho, pero lo que sí podemos cambiar es el futuro”, concluyó.
La inauguración del Encuentro Acción Magistral corrió a cargo del director de Responsabilidad y Reputación Corporativas de BBVA, Antoni Ballabriga; del director general de la FAD, Ignacio Calderón, y de la secretaria general de la Comisión Española de Cooperación con la Unesco, Consuelo Vázquez.
Ballabriga afirmó que los verdaderos protagonistas del Encuentro Acción Magistral son los profesores asistentes. "Sois docentes que escucháis. Sois profundamente observadores, indagáis, cuestionáis, estáis abiertos y siempre queréis seguir aprendiendo", dijo.
Por su parte, el director general de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), Ignacio Calderón, aseguró que "no nos encontramos en una época de cambios, sino en un cambio de época que exige una transformación de la educación".
A su juicio, es necesaria una transformación desde dentro que posibilite un cambio real. "Vosotros, que sois la élite de los docentes, sois los que verdaderamente sabéis qué hay que hacer. Nosotros sólo somos los instrumentos que estamos aquí para apoyaros todo lo posible y aún más, pero sois vosotros los que tenéis que dar un paso adelante", añadió.
Para Consuelo Vázquez, los jóvenes, junto con sus profesores, "son fuentes de ideas, pensadores de hoy que aceleran la consecución de la paz", por lo que "necesitamos una educación de calidad y acceso universal a la cultura".
(SERVIMEDIA)
21-SEP-12

 http://ecodiario.eleconomista.es/sociedad/noticias/4265526/09/12/mayor-zaragoza-cuando-hablamos-de-educacion-en-valores-es-porque-no-hay-otra-manera-de-hablar-de-educacion.html
Tomada y Bielsa firmaron convenio para mejorar la empleabilidad de personas en tratamiento por adicciones
El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y el titular de la SEDRONAR, Rafael Bielsa, firmaron hoy un convenio de cooperación para articular acciones que tienen como objetivo mejorar la empleabilidad de personas que se encuentren en proceso de tratamiento por el consumo de sustancias psicoactivas, en una fase del mismo que implique como prioritario el desarrollo de estrategias concretas de reinserción social.

Trabajo y SEDRONAR acordaron este convenio que permite incorporar personas al Seguro de Capacitación y Empleo, programa del Ministerio de Trabajo que ofrece incentivos monetarios por participar en acciones de terminalidad educativa, formación profesional y promoción del empleo en todo el país.

El Ministerio de Trabajo, además, trabaja con algunos sectores que tienen mayor dificultad para incorporarse al mercado laboral, sobre todo con aquellos que provienen de hogares con derechos vulnerados, poco acceso a salud, educación, vivienda y trabajo. El gobierno nacional viene disminuyendo el volumen de esta población, pero muchos de los daños ya causados no son fáciles de remontar. Por ello, se aplican políticas dirigidas a sectores específicos teniendo en cuenta sus mayores debilidades. Algunos de los grupos objetivo son los jóvenes con estudios formales no terminados, exjefes de hogar, personas con discapacidad, egresados de cárceles, entre otros. En todos los casos el Ministerio de Trabajo articula y coordina acciones con los ministerios más cercanos a la problemática particular.

En este caso, la SEDRONAR es el organismo contraparte para la ejecución de esta política. Esta Secretaría es el órgano rector de las políticas públicas en materia de reducción de la demanda de drogas y encargado de diseñar y desarrollar respuestas integrales en materia de tratamientos y procesos de rehabilitación y reinserción social y entiende a la integración de las personas afectadas por el consumo de drogas el mundo del trabajo como uno de los pilares fundamentales en los procesos de recuperación.

El Ministerio de Trabajo, por su parte, ya venía trabajando con población con problemas de adicción de manera más fragmentaria, por ejemplo en las villas 21/24, 31 y 1-11-14 en coordinación con los “curas villeros” que dependen del Arzobispado de Buenos Aires realizando distintas acciones de capacitación e intervención sobre situaciones de personas adictas o en proceso de recuperación, más de 180 personas han recibido prestaciones.

En un convenio con la Facultad de Medicina, a través de la Cátedra Libre e Interdisciplinaria para la Adecuada Atención de Personas Consumidoras de Sustancias Psicoactivas, cuyo titular es el Dr. Zaffaroni, se ha instrumentado un proyecto con comunidades terapéuticas de recuperación de personas con problemáticas de adicción.

Se comenzó una segunda etapa agregando nuevos actores a la Cátedra Zaffaroni de la UBA, las Universidades de San Martín y de Gral. Sarmiento, que incluye el trabajo con 200 jóvenes en esta situación en el marco del Programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo y del Líderes Deportivos de la Secretaría de Deportes del Ministerio de Desarrollo Social.

La cartera laboral se encuentra, también, participando del dispositivo interministerial conjunto entre los Ministerios de Desarrollo Social, de Salud (Salud Mental), de Seguridad, de Cultura, entre otros, para la atención de personas con problemas de adicción en el ámbito de la villa 15 (Ciudad Oculta).

Dentro de las acciones del programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo se han dado cursos POI (Programa de Orientación e Inducción al mundo del trabajo) a chicos de CE.NA.RE.SO e INSTITUTO GARRIGOS (SENAF).

Participaron también del encuentro el subsecretario de Relaciones Laborales, Álvaro Ruiz; el subsecretario de Políticas de Empleo y Formación Profesional, Matías Barroetaveña; y la coordinadora de Políticas de Prevención y Adicciones del Ministerio de Trabajo, Lucía García.

 http://www.trabajo.gov.ar/ampliado.asp?id_noticia=1622&id_seccion=prensa
Ha finalizado nuestro SEMINARIO VIRTUAL!!! Con mucha participación y con excelente resultado!!! Pronto realizaremos una nueva convocatoria!!!

por John Smith

Organizaciones pueden implementar de forma gratuita programa que trata prevención de drogas y alcohol en el mundo laboral

Las organizaciones que estén interesadas en aplicar este programa deberán postular desde hoy hasta el jueves 5 de abril de 2012 en www.senda.gob.cl, donde además encontrarán toda la información necesaria para ello.
Hasta el 5 de abril están abiertas las postulaciones para formar parte del “Programa Trabajar con calidad de Vida”, perteneciente al Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del consumo de   y , , que implementa en las empresas metodologías de prevención del consumo de drogas y alcohol en espacios laborales, y que contribuyen a mejorar la calidad de vida laboral y desarrollar una cultura preventiva al interior de las organizaciones.

Esta nueva versión del “Programa Trabajar con Calidad de Vida” pondrá en práctica una nueva metodología e información actualizada, con el fin de enfocar la intervención desde cuatro ámbitos: gestión organizacional, difusión y sensibilización en prevención, y desarrollo de habilidades individuales por una parte y parentales por otra.

El “Programa Trabajar con Calidad de Vida” se encuentra basado en los principios y recomendaciones de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (), y forma parte de la oferta programática que ofrece Senda a todas aquellas instituciones públicas y privadas, con más de 50 trabajadores, que busquen abordar la problemática del consumo de drogas y alcohol en sus espacios laborales.

Desde 2003 han participado más 1.500 organizaciones en la implementación de las distintas etapas del programa, que desde ahora cuenta con una versión reformulada para facilitar la construcción de una política preventiva en los espacios laborales.

Para Jorge Bastías, coordinador regional de Senda, “Implementar un programa de prevención del consumo de drogas y alcohol al interior de espacios laborales, permite proteger la salud y seguridad de trabajadores y trabajadoras, prevenir el consumo de drogas, reducir los niveles de consumo existentes, mejorar la productividad y disminuir el grado de ausentismo; además de ayudar a prevenir el consumo en las familias de quienes se desempeñan en diversos espacios laborales, por lo que el beneficio, es tremendamente mayor que el acercamiento que realiza la empresa al participar en él”.


El Programa Trabajar con Calidad de Vida entrega entre otras cosas, capacitación en habilidades preventivas a un equipo de la organización responsable de liderar la implementación del programa, la realización de un diagnóstico de calidad de vida laboral, asesoría técnica para el desarrollo de una política preventiva y un plan de acción que contribuya a mejorar la calidad de vida laboral, junto con material preventivo para sensibilizar a todos los trabajadores de la organización acerca de las consecuencias del consumo de drogas y alcohol para la vida personal, familiar y laboral.

 http://cartaabierta.cl/2012/03/20/organizaciones-pueden-implementar-de-forma-gratuita-programa-trabajar-con-calidad-de-vida-que-trata-prevencion-de-drogas-y-alcohol-en-el-mundo-laboral/
Casi 60% de la fuerza de trabajo padece alguna adicción, dicen en encuentro de la CROC
Creciente abuso de alcohol y otras drogas en el ambiente laboral del país
Agrupaciones como los Centros de Integración Juvenil y la OIT acuerdan actuar contra el flagelo
Patricia Muñoz Ríos
 
Periódico La Jornada
Miércoles 8 de agosto de 2012, p. 41
En México se ha elevado el número de trabajadores con problemas de alcoholismo y drogadicción. Actualmente, cerca de 60 por ciento (en promedio) de quienes integran la fuerza laboral del país padece alguno de esos hábitos.
En la inauguración de las Jornadas Intensivas de Prevención en el Consumo de Alcohol en el Trabajador y su Familia, se informó que casi 60 por ciento de los trabajadores mexicanos consumen alcohol, y 33 por ciento, mariguana y 29 anfetaminas, según apuntó la directora general de los Centros de Integración Juvenil (CIJ), Carmen Fernández Cáceres.
En el encuentro, organizado por la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), la funcionaria hizo ver que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones, 18 por ciento de los trabajadores consume cocaína y 8 por ciento drogas sintéticas, como cristal y crack. El problema de drogadicción es creciente y requiere mayor esfuerzo combatirlo, indicó.
Indicó que el consumo excesivo de alcohol es la causa de 9 millones de discapacitados. Esto es, por los accidentes laborales que se han ocasionado a consecuencia de que trabajadores se presentan a trabajar luego de haber ingerido bebidas alcohólicas y ello ha degenerado en la pérdida de brazos, piernas o dedos en los centros de trabajo.
Algo más grave es que la ingesta de alcohol a veces es combinada con el uso de mariguana, cocaína, anfetaminas e incluso inhalantes, lo que genera verdaderas bombas de tiempo para los trabajadores.
En este tenor, el dirigente de la CROC, Isaías González Cuevas, apuntó que las adicciones en el sector laboral ya son la cuarta causa de mortalidad y primera en discapacidad en el país.
Aun cuando el gobierno federal, mediante las instituciones de salud, atiende el fenómeno, si no hay unión y esfuerzo de empresarios, organizaciones sindicales y sociedad, persistirá el lacerante problema de consumo excesivo de alcohol, por ejemplo, el cual también es la primera causa de violencia y desintegración familiar, según indicó el dirigente de esta confederación.
En el encuentro, la CROC, los CIJ, agrupaciones empresariales y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sección México acordaron unir esfuerzos para revertir este flagelo, que además propicia ausentismos (casi mil 500 trabajadores no van a trabajar y hacen San Lunes cada semana, según reportes del Instituto Mexicano del Seguro Social, los cuales además tienen que ser atendidos por deshidratación).
Recomienda la OIT actuar de manera coordinada
El director de la OIT en México, Thomas Wissing, señaló que las adicciones en el medio laboral mexicano se han convertido en un asunto serio, genera altas tasas de rotación de trabajadores, accidentes, quebrantos de salud y un alto costo para las instituciones sanitarias, para la economía de las familias de los trabajadores y para la sociedad, por lo que se debe actuar de manera coordinada.
A su vez, Fernández indicó que, según las regiones del país, los problemas de adicción se encaminan hacia cierta sustancia. Por ejemplo, en el noroccidente del país, entre los trabajadores destaca el uso de anfetaminas. Casi 12 por ciento consumen drogas como el cristal, en tanto 18 por ciento usan cocaína. En la zona del Golfo de México va en aumento el uso de crack, y en el centro del país predominan los inhalantes.
En estas Jornadas Nacionales Intensivas se buscará sensibilizar a cerca de 96 mil trabajadores sobre los efectos que provocan estas adicciones, con conferencias, talleres que se llevarán a centros de trabajo y comunitarios, así como programas preventivos.

http://www.jornada.unam.mx/2012/08/08/sociedad/041n1soc

Prevención en materia de drogas en el ámbito laboral

Etimológicamente la palabra calidad deriva del latín qualitas y según el diccionario de la real academia española significa, propiedad o conjunto de propiedades inherentes a una cosa que permiten apreciarla como igual, mejor o peor que los restantes de su especie. El término en si resulta polifacético y a menudo subjetivo siendo actualmente uno de los conceptos más importantes en el mundo de las organizaciones, de allí su importancia en procurar delimitarlo.
La calidad de vida laboral se refiere al carácter positivo o negativo de un ambiente laboral. La finalidad básica es crear un ambiente que sea excelente para los empleados. La calidad de vida laboral encierra cuatro aspectos fundamentales la participación y control, que el trabajador sea participe dentro de la empresa y sepa controlar su propio desarrollo, que se le respete, que su trabajo sea ergonómicamente y socialmente decente todo ello conlleva a la calidad de vida laboral.
Ahora bien el trabajador es un ser biopsicosocial que vive las 24 horas del día intercambiando con el medio ambiente , trabaja ocho horas y comparte aproximadamente diez y seis horas con su familia , por ello debe verse de manera integral en la familia, organización y como un elemento muy importante del medio ambiente.
Retomando lo antes planteado , existen algunas realidades laborales relacionada con los accidentes laborales y riesgos psicosociales , en Venezuela en el año 2009 hubo 2.896 accidentes laborales de los cuales 122 fueron graves (Estadísticas INPSASEL), Según la Organización Internacional del trabajo (OIT) existen entre 20 y 27 millones de accidentes ocupacionales, 27.270 accidentes mortales 4 – 10% del Producto Interno Bruto (PIB), otra realidad que se asoma es el uso y abuso del consumo de drogas en los espacios laborales ,entre 15% y 30% de los accidentes mortales en el espacio laboral están asociados al consumo de drogas, según Observatorio Venezolano de Drogas hay un alto consumo de estupefacientes dentro de las empresas, especialmente en aquellas que trabajan veinticuatro horas y en fábricas que no detienen sus actividades, otros datos internacionales señalan que el trabajador consumidor de drogas es un hombre que trabaja en el transporte, en la construcción o en el sector de la industria química o de la energía y en una empresa que tiene entre 51 y 150 trabajadores (Echeburúa, 2001), así mismo, el 70% de las personas consumidores habituales de alcohol, son trabajadores de los distintos sectores de la economía.

Por otro lado, los trabajadores con problemas relacionados con el consumo de drogas, faltan a su puesto de trabajo dos o tres veces más que el resto de los trabajadores. El alcohol y otras drogas son responsables del 15%-20% de accidentes de trabajo. En todas las profesiones, las tasas más elevadas de consumo y abuso de alcohol y drogas corresponden a los trabajadores varones y jóvenes. Los costos económicos del consumo de alcohol es de 1.820 millones de dólares, también es responsable del 50% de los homicidios,33% muertes en accidentes de tránsito. Cálculos del Banco Mundial Países desarrollados destinan entre 6% y 15% de su gasto total en tratar enfermedades relacionadas con el tabaco.
Ahora bien, existen varios factores asociados al consumo de alcohol, tabaco y otras drogas en el ámbito laboral entre los que se encuentran factores psicosociales tales como: arduas jornadas laborales, stress y cansancio, el mobbing ,el ‘burn out’ o el ‘tecnoestrés‘. Lo que trae como consecuencia rotación o fluctuación del personal, disminución del rendimiento físico, disminución del rendimiento psicológico ,afectaciones en la calidad del trabajo realizado, accidentes, indemnizaciones por conceptos de reclamación o certificados médicos ,improductividad, marcados cambios de humor, ataques de ira y agresividad
Existen países que están tomando cartas en el asunto por ejemplo en Finlandia, la Ley sobre protección de la privacidad en el trabajo (2004) pretende regular y mejorar la privacidad del empleado en relación con los análisis de detección de consumo de drogas en la vida laboral. Irlanda (2004) se publicó en la Ley de seguridad, salud y bienestar en el trabajo de sus apartados exige a los empleados que se abstengan de trabajar bajo efectos de sustancias tóxicas que puedan poner en peligro su propia seguridad, salud o bienestar en el trabajo, o de otras personas. En Venezuela existe un avance jurídico en la materia la Ley Orgánica de Drogas este instrumento determina un conjunto de acciones que conllevan a un proceso continuo, permanente y dinámico, enmarcado en un Plan y/o Programa de Prevención, desarrollado por una empresa, dirigidos a sus trabajadores, trabajadoras y entorno socio-familiar, y a su vez exprese el desarrollo de la seguridad y salud laboral, a través de una política preventiva institucional en materia de drogas. Aunado a ello, existe el Fondo Nacional Antidrogas (FONA) el cual ser el órgano de apoyo de la Oficina Nacional Antidrogas, encargado de recaudar el aporte y la contribución especial establecidos en la Ley Orgánica de Drogas, destinados al financiamiento de proyectos de prevención del consumo y tráfico ilícito de drogas; tratamiento, rehabilitación y reinserción de la persona consumidora; así como de prestar servicios de capacitación y adiestramiento en materia de prevención, todo esta política tiene como ente rector a la Oficina Nacional Antidrogas (ONA)
Tomando en consideración lo antes planteado, se propone un modelo integrador propuesto que permitirá la intervención en prevención de drogodependencias en el ámbito laboral desde la creación de climas saludables, este planteamiento conlleva a la educación y promoción para la salud de los trabajadores (as) como la optimización de un ambiente laboral que fomente la calidad de vida.
El enfoque propuesto, se basa en tomar en consideración al trabajador desde un plano holístico como miembro de una familia, comunidad y por ende del entorno empresarial de manera que haya un balance apto entre lo laboral y lo personal , haciendo uso de la casuística tomando en consideración aspectos intrínseco como personas es decir, factores individuales ,estos aspectos individuales asociados a los aspectos de seguridad laboral y salud ocupacional con un alto compromiso de integración de la organización de manera que se promocione un clima organizacional optimo para desarrollar programas laborales en materia de prevención de droga,s seria el escenario optimo para incluir programas de salud laboral que incluyan actividades informativas y de formación de los trabajadores en habilidades para la vida, de manera de poder reducir los factores de riesgos asociados con el uso y abuso de alcohol tabaco y otras drogas en el ámbito laboral y afianzar los factores de protección presentes de manera de fomentar estilos de vidas saludable en el ámbito laboral .
En base a este modelo se realizaron 8 intervenciones en empresas de diversos ramos donde se aplico un instrumento diagnóstico donde se midió:
1-Posición frente al consumo. Se analizarò la percepción personal de los trabajadores sobre las drogas conocimiento de las drogas (alcohol, marihuana, cocaína, cigarrillos, tranquilizantes y estimulantes entre otras ), concepto de por què se consume drogas en la vida diaria y en el trabajo, cuanto tiene que ver las drogas con el (ella) a nivel personal y percepción de a quien afecta en lo social, familiar o laboral.
2-Posición frente al consumidor y niveles de consumo. En la que se analizó la percepción laboral sobre el consumo de drogas. Consideraciones en que podría favorecer el consumo de drogas dentro del trabajo, creencia personal sobre si existe consumo dentro de la empresa, información recibida en prevención sobre consumo de cigarrillo, alcohol y otras drogas, que droga es la más consumida y conversiones dentro de la empresa con los compañeros de trabajo.
3-Información y participación. En la que se analizò la actitud para recibir información por parte de la empresa. Conocer si estarían dispuestos junto a su familia a realizar actividades recreacionales de orientación o prevención sobre el consumo de alcohol,cigarrillos u otras drogas y si estaría dispuesta a formar parte del comité de prevención laboral en materia de drogas.
Así mismo se informo de talleres diagnósticos a la comunidad laboral de consumo de alcohol, tabaco y otras drogas: según con los lineamientos de la ONA; FONA.
Se realizo un diagnóstico en 7 empresas de diversas ramas aplicando el modelo propuesto cuyos hallazgos más resaltantes fueron:
  1. Que las edades de los trabajadores oscila entre un 27% entre 25-31 años, seguido de un 14% entre 42-48 y finalmente un 11% entre 18-24 , es decir en su mayoría son adultos pilares de familia y por ende con hijos adolescentes por lo tanto hay que ofrecer herramientas para que puedan ser entes multiplicadores de cambio en su grupo familiar.
  2. Un 60% de los trabajadores opinaron que la drogadicción es un vicio lo cual no es cierto por lo tanto hay que reforzar la percepción hacia verla como una realidad que está determinada por una enfermedad.
  3. Poseen nociones generales en cuanto a temas inherentes al consumo e intervención hacia el consumidor, sin embargo un interesante grupo ve la situación del consumo como estigmatizante.
  4. El consumo de la cerveza de manera habitual es el más frecuente ( se necesitan investigar qué tipo de consumidor es el más frecuente, se presume que sean habituales)
  5. Los trabajadores están dispuesto a recibir información en materia de drogas
  6. El 70% de la comunidad laboral, manifiesta que para dejar de usar drogas se necesita fuerza de voluntad, lo cual es cierto, el primer paso es reconocer que se necesita ayuda y después se comienza el ciclo de tratamiento que comienza en algunos casos con ayuda médica o psicológica. Algunos científicos han hallado alteraciones en las regiones cerebrales responsables de la voluntad y el autocontrol de las personas con un historial de adicción. Es difícil saber si estas alteraciones eran previas o posteriores a la o las adicciones .Al margen de estas investigaciones, no hay que olvidar que es frecuente que las adicciones coexistan, es decir, ocurran simultáneamente, con otros trastornos, convirtiendo la solución a este problema en algo bastante más complejo que la fuerza de voluntad.
  7. El 56% de los encuestados manifestó que ha probado varias de estas bebidas (cerveza, vinos, bebidas destiladas, whisky o una o varias de estas bebidas. Según definiciones internacionales, un bebedor problema es aquel que consume más de 16 tragos de alcohol por semana o cuatro por ocasión, o una mujer que bebe por encima de 12 copas por semana o se excede por día, en Venezuela se está comenzando a consumir a los 10 años, como lo registra un trabajo realizado en 1998 por el Departamento de Alcohol y Drogas del MSAS en conjunto con diversas instituciones como Conacuid, Fundación José Félix Ribas, Hogar Vida Nueva, Hospital Psiquiátrico de Caracas, la Comunidad Terapéutica del Gobierno del Distrito Federal y Hogares Crea de Venezuela.
  8. Se puede inferir que el uso de drogas tales como: marihuana, cocaína, éxtasis, drogas de diseños salvo el alcohol no están presentes en las comunidades laborales estudiadas .
  9. Con estos resultados se puede vislumbrar que para el diseño de la política preventiva se tomaran en consideración formación en habilidades para la vida y campaña comunicacional enfocada al uso y abuso de bebidas alcohólicas y fomento de estilos de vida saludables, política que se diseñara el próximo año fiscal con remanente del año fiscal anterior.

Bibliografía

  • Alburjas Ruth Evelin (2011) Programas presentados ante el FONA año 2010-2011
  • Alburjas Ruth Evelin (2010).Calidad de Vida Laboral Y Prevención en Materia de Drogas . Hacia un Enfoque Integrador .Ponencia presentada en IV Congreso Nacional de Prevención de drogas. Caracas 2010.
  • Echeburùa Enrique (2001) . El consumo excesivo de Alcohol . Un reto para la Salud Laboral . Salud y Drogas, año/vol.1, numero 001. Alicante España



Notas:

La autora es Directora del Centro de Especializaciòn en Responsabilidad Social Empresarial Cerse21 C.A, certficada por la Oficina Nacional Antidroga (ONA)

 http://vinculando.org/empresas/prevencion_en_materia_de_drogas_en_el_ambito_laboral.html

Medicina y Seguridad del Trabajo

versión impresa ISSN 0465-546X

Med. segur. trab. v.54 n.213 Madrid oct.-dic. 2008

http://dx.doi.org/10.4321/S0465-546X2008000400003 



Consumo de alcohol y otras drogas en el medio laboral
Consumption of alcohol and other drugs in the occupational environment


Enriqueta Ochoa Mangado(1), Agustín Madoz Gúrpide(2)

(1) Servicio de Psiquiatría. Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid. España.
(2) Centro de Salud Mental de San Blas. Madrid. España.
Dirección para correspondencia



RESUMEN
El consumo de alcohol y otras drogas tiene una elevada prevalencia en la sociedad en general, y también entre la población trabajadora, repercutiendo sobre el medio laboral. La repercusión del consumo de estas sustancias en el medio laboral es muy importante (enfermedades, accidentes laborales, absentismo, incapacidades laborales, disminución de la productividad…). Se valora la necesidad de una política en el medio laboral encaminada a prevenir o minimizar los riesgos laborales derivados del consumo de estas sustancias, con programas de prevención y apoyo que aporten información básica de referencia y orienten al abordaje asistencial de los trabajadores afectados.
Palabras clave: Alcohol, droga ilegal, ámbito laboral, prevención, legislación laboral.

ABSTRACT
The consumption of alcohol and other drugs has high prevalencia in the society in general, and in the population of workers especially, affecting on the occupational area. The repercussion of the consumption of these substances in the working enviroment is very important (diseases, occupational accidents, absenteeism, occupational disabilities, decrease of the productivity…). They are necessary political measurements in the occupational area to prevent and to minimize the risks derived from the consumption of these substances. There should be included programs of prevention and support, which offer basic information and orientation to the medical aproach of the affected workers.
Key words: Alcohol, illegal drug, occupational area, prevention, occupational legislation.


Introducción
La legislación sobre materia laboral en España surge dentro del marco de la Constitución1 que indica el deber de los poderes públicos por velar por la seguridad e higiene en el trabajo (Art. 40), y el derecho a disfrutar de un medio ambiente laboral adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo (Art. 45). Estos deberes y derechos plantean la necesidad de desarrollar políticas de promoción de la salud en el trabajo. Dentro de estas políticas se encuentran las de prevención y asistencia de problemas relacionados con el alcohol y otras drogas, que se enmarcan también en el marco de las leyes sobre Salud y Seguridad en el Trabajo.
Las condiciones de trabajo son una parte importante en la vida y pueden tener una decisiva influencia en los niveles de salud y bienestar, dentro y fuera del ámbito laboral. La prevención de riesgos laborales es un deber de las empresas y un derecho de los trabajadores, los cuales también deben velar por la protección de su propia salud y la de sus compañeros. La Unión Europea considera un objetivo básico de las políticas laborales la protección de la salud de los trabajadores mediante la prevención de riesgos directamente derivados del trabajo y de los riesgos que pueden afectar al rendimiento laboral.
La gravedad de los consumos de alcohol y/o otras drogas en el medio laboral ha sido reconocida desde hace tiempo por la Organización Internacional del Trabajo, que considera que el consumo de alcohol y de drogas es un problema que concierne a un número elevado de trabajadores2. Señala que los efectos nocivos del consumo de alcohol y drogas en el lugar de trabajo y en el rendimiento laboral son corrientes a todos los niveles. La seguridad profesional y la productividad pueden verse afectados de forma adversa por empleados bajo el influjo del alcohol o las drogas3. Indica también como el consumo de alcohol y drogas por los trabajadores produce un fuerte impacto, que se extiende a familia y compañeros de trabajo que son afectados en términos de pérdida de ingresos, estrés y baja moral4. Por tanto el consumo de alcohol y otras drogas es un problema que no sólo afecta al consumidor, sino también al ambiente laboral y la eficacia de una empresa.

Prevalencia de consumo de alcohol y otras drogas en el medio laboral
La elevada prevalencia entre la población trabajadora del consumo de alcohol y/o otras drogas convierte estos consumos en un problema de gran magnitud. Los primeros estudios a nivel nacional sobre el consumo de drogas en el medio laboral5,6 así como estudios en Estados Unidos7 y Europa8 corroboran las elevadas prevalencias, con cifras semejantes a las referidas por las Encuestas Domiciliarias sobre Consumo de Drogas9 , las Encuestas sobre Drogas a la Población Escolar10 y el Observatorio Español sobre Drogas11.
Respecto al alcohol, según la última Encuesta Domiciliaria sobre Consumo de Drogas9, su consumo y abuso alcanza prevalencias más altas en la población activa asalariada que en el total de la población. Un 95% de la población laboral ha tomado bebidas alcohólicas alguna vez y el 90% lo han hecho en los últimos doce meses. Estiman que el 12% de los trabajadores beben con niveles de consumo que suponen un riesgo para la salud. El 26% de los bebedores han presentado problemas derivados por el uso de alcohol, y casi un 7% de los bebedores han sufrido algún tipo de consecuencia laboral negativa por el uso del alcohol (accidentes, sanciones, absentismo, despidos).
Un reciente estudio realizado en 2006 en la Comunidad de Madrid, encuentra también que el 95% de los ocupados consumió alcohol alguna vez, el 93% lo hizo en los últimos doce meses, 86% en el último mes y 65% en la última semana. La cantidad media de alcohol consumido es de 45 ml./día (41ml. en días laborables y 48 ml. los fines de semana), siendo mayor en varones que en mujeres. Los consumos más altos los realizan la población entre 24- 34 años los días laborables (46 ml./día de media) y los de 16-24 años en fin de semana (72 ml./día de media). Al valorar la frecuencia de consumo, el 40% bebió con frecuencia media (1 a 4 veces/semana), y el 13% lo hizo con frecuencia elevada (5 a 7 veces/semana). Según la cantidad diaria ingerida, el 23% son bebedores moderados (21-60 gr./día en varones y 21-40 gr. en mujeres), y el 10% son bebedores abusivos (más de 60 gr./día en varones y 40 gr./ día en mujeres). De este 10%, un 2,5% beben con frecuencia elevada (diario o casi diario) un 5,6% lo hacen con frecuencia media (hasta cuatro días por semana), y tan sólo un 1,9% bebían 1 o 2 días en semana. Los bebedores abusivos son con mayor frecuencia hombres (12,6%) que mujeres (6,9%). Por edad destacan los de 16-24 años (15,2%) y los de 25- 34 años (10%). El lugar donde se consume con más frecuencia es en bares, pubs y cafeterías, pero casi el 2% lo hace en el trabajo12.
Otros estudios en nuestro medio encuentran cifras más altas, ya que según éstos el 14% de los trabajadores son bebedores abusivos13,14.
El cannabis es la sustancia psicoactiva ilegal más consumida, y entre determinados segmentos de población tiene prevalencias casi tan importantes como el tabaco y el alcohol. Un 54% de los activos laboralmente refieren haberlo consumido alguna vez, el 34% lo han hecho en los últimos doce meses y el 27% en los últimos treinta días. El 10% de los trabajadores refiere su consumo habitual (de 3 a 7 veces/semana). Consumen con más frecuencia los varones, y aquellos entre 16-34 años12. Estos consumos son mucho más frecuentes que los referidos en estudios más antiguos, que indicaban un consumo en el último mes en población activa del 7-9%13-15.
La cocaína es también una sustancia ilegal bastante consumida entre algunos segmentos de la población laboral. Un 22% de los activos laboralmente han consumido cocaína alguna vez, un 12% lo han hecho en los últimos doce meses y el 7,5% en los últimos treinta días. El consumo es más esporádico que en otras sustancias: así el 0,4% refiere consumirla con frecuencia diaria o casi-diaria. Los varones consumen más que las mujeres, especialmente los de 16-34 años12. Esta prevalencia de consumo ha aumentado de forma importante en los últimos 10 años, que referían prevalencias mensuales entre el 1,6-3%13-15.
El consumo de alucinógenos, drogas de síntesis y anfetaminas está muy asociado entre ellas, y también al de cocaína y cannabis. Aunque su uso frecuente no es muy amplio, aunque en ciertos segmentos de población laboral como entre los varones de 16-24 años es importante, con una prevalencia del 7-10% en los últimos doce meses12. Este consumo ha aumentado en los últimos años, pasando de 0,8-1% hace 10 años al 1-3% actual13-15.
Un 0,4% de los activos laboralmente han consumido heroína alguna vez y un 0,1% lo hicieron en los últimos doce meses. Parece que el consumo de heroína en población laboral ha descendido claramente en los últimos 10 años. El perfil de sus consumidores en situación laboral activa corresponde a varones (3/1), de edades entre 25-34 años actual12-15.
Entre los consumidores de drogas ilegales, el 33% ha experimentado alguna consecuencia negativa y un 7,6% presentó consecuencias laborales negativas14.

Consecuencias derivadas del consumo de drogas
El 55,7% de los trabajadores consideran que el alcohol y las drogas son un problema importante en el mundo laboral. Enfermedades, accidentes laborales, disminución de la productividad y mal ambiente entre compañeros, son las principales razones por las que el alcohol y las otras drogas se consideran un problema en el mundo laboral12.
La repercusión que el consumo de alcohol y/o otras drogas produce en el medio laboral es muy importante. Según estudios de la International Labour Organization16, los trabajadores que consumen alcohol y otras drogas presentan un absentismo laboral de 2 a 3 veces mayor que el resto de los trabajadores. La bajas por enfermedad de estos trabajadores dependientes del alcohol u otras drogas tiene un coste 3 veces mayor a las del resto de los empleados, a la vez que esas mismas personas perciben también indemnizaciones por un importe 5 veces mayor que el resto de sus compañeros. El 20-25% de los accidentes laborales ocurren en trabajadores que se encuentran bajo los efectos del alcohol u otras drogas, y causan lesiones a ellos mismos u a otros. El consumo de alcohol y otras drogas afecta negativamente a la productividad, ocasionando importantes perjuicios a empresarios y trabajadores por absentismo, desajustes laborales, incapacidades laborales, rotación del personal, reducción del rendimiento laboral y mala calidad del trabajo17.
En España se calcula que entre el 15-25% de la siniestrabilidad laboral se debe a problemas relacionados con el alcohol. Los bebedores tienen 3 veces más accidentes en el trabajo que otros trabajadores, perdiendo muchos más días laborables por enfermedad. El uso de cannabis afecta negativamente a la capacidad de realizar tareas que requieren atención y concentración, aumentando el riesgo de accidentes laborales. Muchos consumidores de cocaína pueden tener problemas, tanto en tareas que requieran atención y concentración como por absentismo laboral y otras consecuencias. El uso de estimulantes incrementa el riesgo de padecer accidentes de trabajo o de tráfico. Estudios nacionales en población laboral mostraron que el 23-31% de los trabajadores consumidores de drogas han tenido alguna consecuencia negativa derivada de sus consumos, y el 13-15% fueron de carácter laboral (bajas laborales, absentismo, accidentes laborales, tensiones laborales, bajo rendimiento laboral…)12.

Factores de riesgo en el consumo de alcohol y otras drogas
La causalidad del uso de drogas es multifactorial, influyendo factores personales, familiares y sociales, como la búsqueda de satisfacción inmediata o la tendencia a la evasión y al aturdimiento ante determinadas situaciones18. Factores no laborables y laborables pueden influir el consumo de alcohol, cocaína, y cannabis.
Diversas variables se consideran factores de riesgo no laborales, ya sean familiares, sociales o personales (Tabla I).
Los factores laborales que se consideran de riesgo para el consumo se describen en la Tabla II.
Estos factores laborales pueden tener un peso real superior al explicitado verbalmente entre las razones para consumir alcohol u otras drogas18
Además, el entorno laboral puede comportar la exposición a otros factores de riesgo para el abuso de drogas, aumentando la probabilidad de desarrollar problemas derivados del consumo de drogas. Hay trabajos que potencian situaciones de riesgo alcohólico u de otras drogas, como aquellos en los que hay disponibilidad de alcohol (bares, etc), presión social para beber o consumir estimulantes en trabajos dependientes de la relación social, o presión del entorno laboral donde otros trabajadores consumen habitualmente.
En relación con la presencia de las drogas en el lugar de trabajo, el 55% indica que conoce a algún compañero de trabajo que bebe en exceso o consume alguna droga12. Entre los trabajadores, los más jóvenes (de 16 a 34 años) y especialmente los de 12 a 24 años, son los que están en situación de mayor riesgo. Estos jóvenes son los que tienen prevalencias más altas de abuso de alcohol y también de consumo de cannabis, éxtasis o cocaína. Y por estos consumos pueden presentar consecuencias negativas, tanto a nivel de salud, familiar, social y laboral. Por esta situación de mayor riesgo y vulnerabilidad, en especial los de 16 a 24 años, se requiere acciones prioritarias en las empresas y por parte de las instituciones. Estas acciones se basarán en una buena información sobre los riesgos de las drogas, formación en actitudes saludables, prevención en ciertos ámbitos (familia, ocio, relaciones grupales...), así como una pronta atención cuando empiezan a sufrir las primeras consecuencias de los consumos.

Políticas de actuación
La importancia de actuar en el campo de las adicciones deriva de los enormes costes directos e indirectos que el consumo de alcohol, cocaína u otros psicoestimulantes, cannabis, heroína, psicofármacos… provocan en el medio laboral, al generar problemas de salud, incrementar los riesgos de accidentes laborales, favorecer la conflictividad, las bajas laborales, el absentismo, la disminución de la productividad… 19.
Las administraciones sanitarias, en el marco de sus competencias tienen que promover actuaciones que permitan conocer la salud de los trabajadores y posibiliten el desarrollo de programas de prevención para los problemas detectados. Deben de poner en marcha en el medio laboral programas de prevención sobre el consumo de alcohol y otras drogas, así como impulsar programas asistenciales que faciliten la atención de los trabajadores que lo precisen. Los costes derivados del uso de sustancias en el lugar de trabajo superan ampliamente los que puedan derivarse de las programas de prevención y asistencia20.
Los programas de prevención y apoyo en relación con las drogas deben realizarse en cualquier empresa, independientemente de su tamaño. Deberán ser flexibles y adaptables a las distintas realidades. Estos programas contarán con la participación de los diversos sectores de la empresa y de los empleados, respondiendo a sus preguntas e inquietudes, y presentándolos de forma positiva, no sancionadora.
Los programas para prevenir o minimizar los problemas de consumo deben abarcar diversos aspectos, que van desde la información hasta la facilitación de la asistencia de los trabajadores enfermos que lo deseen21 (Tabla III).
Los programas de prevención encaminados a mejorar la situación de los trabajadores en relación con el consumo de drogas deben promover cambios de estilo de vida, e incluso de cultura de la salud dentro de la empresa. Para ello es importante conocer las actitudes y conductas de los trabajadores hacia los consumos, antes de definir los objetivos de carácter preventivo y asistencial.
Las políticas preventivas en relación con el alcohol y otras drogas deben de ser informativas, de protección y de sensibilización. Con carácter preventivo se facilitará el no consumo en la empresa (supresión de venta interior, mejorar las condiciones de trabajo….). Respecto a los trabajadores se buscará cambiar actitudes y conductas en relación al consumo, con información amplia, clara y ajustada a la realidad sobre las drogas y las consecuencias sobre su abuso21.
Se buscará detectar precozmente los problemas existentes relacionados con el consumo y facilitar la atención a los trabajadores adictos que lo deseen. 
Los procedimientos diagnósticos para detectar los problemas deben ser conocidos y aceptados voluntariamente por los usuarios, respetando su confidencialidad. Los tratamientos se propondrán evitando la marginación de la persona a tratar y se facilitará la normalización y reinserción laboral.
Dentro de las políticas para controlar el consumo de alcohol en la empresa pueden realizarse diversas medidas como supresión de la venta de alcohol dentro del recinto de la empresa, detección precoz de bebedores excesivos, detección de problemas relacionados con el alcohol, ofertar a los bebedores excesivos y a los dependientes atención personalizada para reducir o abandonar el consumo de alcohol. Si lo acepta, asegurar la confidencialidad y proteger la seguridad del puesto de trabajo. Si no acepta la ayuda y el problema continúa o se agrava, aplicar medidas disciplinarias escalonadas, evitando que sean irreversibles21.
En la detección precoz de los consumos puede ser útil prestar atención a diversos síntomas que sin ser patognomónicos orientan a pensar en abuso de alcohol y/o otras sustancias21 (Tabla IV).
Se debe de valorar la cantidad consumida, el patrón de consumo y si presentan criterios de dependencia de alcohol. El CAGE puede ser útil en la detección de problemas relacionados con el alcohol22. En bebedores de riesgo sin dependencia se informará de los riesgos que pueden producir el uso de alcohol y las ventajas de disminuir la ingesta. La realización de controles de orina pueden ser útiles para la determinación reciente de consumo de drogas, pero debe realizarse con las garantías jurídicas y éticas necesarias.
La política de drogas de la empresa debe garantizar que su objetivo no es perseguir a los adictos, sino contribuir a mejorar las condiciones de salud y seguridad en la empresa. El hecho de que la embriaguez y el consumo de drogas sea motivo de sanción o despido para los trabajadores puede dificultar las políticas de drogas de la empresa. En lugar de asumir una posición punitiva y sancionadora, la empresa debe contribuir a prevenir, detectar precozmente o mejorar situaciones problemáticas en relación con las drogas. La legislación vigente regula el despido disciplinario por causas derivadas del consumo de alcohol y otras drogas si repercuten negativamente en el trabajo23. Esta medida debe de ser la última a adoptar, y antes de ella deben de utilizarse sanciones intermedias, como faltas leves, graves y muy graves.
La mayor parte de las empresas no han establecido protocolos para la identificación precoz de los trabajadores que presentan problemas con el alcohol u otras drogas. En general, las empresas no reaccionan hasta que se produce una crisis originada por el grave comportamiento del trabajador y existe grave repercusión en el medio laboral. Cuando las circunstancias obligan a la empresa a tomar decisiones, pueden ser excesivas por temor a las repercusiones negativas, con sanciones disciplinarias que con frecuencia excluyen más al dependiente.
Algunos autores recomiendan un protocolo de actuación para los pacientes con trastornos mentales graves, que es aplicable a los pacientes con adicción a alcohol u otras drogas24-26.
Confrontar al trabajador enfermo con las alteraciones que padece y sus consecuencias laborales, por parte de las personas más adecuadas como médico de empresa, especialista de prevención de medios laborales, superior jerárquico, miembro del equipo de dirección….
Valorar el grado de conciencia respecto a los consumos que presenta, a sus conductas y a la posible motivación para iniciar tratamiento. La frecuente minimización de los consumos que realiza el adicto debe confrontarse con la repercusión en las conductas que realiza.
Documentar las alteraciones de conducta del trabajador, percibidas por compañeros y/o supervisores, jefes, representantes sindicales u otros.
Comunicar por escrito a la Directiva del centro y al Servicio de Prevención de riesgos laborales, solicitando valoración del trabajador dependiente de sustancias.
Citar al trabajador por vía convencional en el servicio de Prevención, según el art. 22 de la ley 31/9527 para realizar examen del estado de salud, con las garantías habituales de confidencialidad, etc. y se emitirá un juicio clínico-laboral y grado de aptitud para su puesto de trabajo.
Si el trabajador no acude a la citación previa, citar por escrito mediante carta certificada o burofax para reconocimiento médico obligatorio por sospecha de riesgo para él mismo o para terceros, tras la aprobación preceptiva del Comité de Salud y Seguridad del centro. Si tampoco acude se realizará comunicación a Dirección-Gerencia para solicitar valoración médica involuntaria por vía judicial.
Tras la evaluación el trabajador será remitido a su médico de referencia para ser evaluado por los profesionales sanitarios convenientes.
Si el trabajador niega el consumo y las alteraciones conductuales, se consultará con sus familiares si es posible.
Siempre que sea posible, se modificará el trabajo del paciente para hacer lo posible que siga trabajando.
En casos de máxima gravedad, se activarán los protocolos de intervención urgente con intervención de los profesionales que marcan la ley de Seguridad de Prevención de riesgos Laborales.
Aunque el artículo 35.1 de la Constitución1 establece que los ciudadanos tienen el derecho y el deber de trabajar, se trata de una capacidad que precisa determinadas aptitudes funcionales para llevarla a la práctica. Por ello además de valorar el diagnóstico y la situación en que se encuentra el adicto, es importante valorar las capacidades del afectado para el empleo específico28. Su posibilidad de trabajar depende de múltiples variables, como el grado de adicción y si se encuentra en fase de consumo o de abstinencia, la afectación de los consumos en sus funciones ejecutivas, considerando también la adecuada competencia psicosocial que mantenga y las demandas que le provoca un determinado trabajo. Es importante valorar los recursos cognitivos que mantiene y el riesgo de que sus conductas y enfermedad ocasionen malestar clínicamente significativo o deterioro del funcionamiento laboral26.
No es infrecuente que durante la intoxicación de alcohol u otras drogas (principalmente estimulantes) se produzcan amenazas o conducta violentas en el medio laboral. Si estas aparecen se utilizará las mismas estrategias de intervención que en las conductas agresivas fuera del marco de la intoxicación26:
Técnica de desactivación o de desescalada. En primer lugar, verbalmente, se tratará de reducir la tensión, dirigiéndose al paciente de forma tranquila y no provocadora, intentando establecer una conversación y plantearle otras alternativas más eficaces, así como ofrecer medicación para su toma voluntaria si lo precisa.
Intervención contra la voluntad del trabajador, con empleo de contención física, sujeción mecánica e intervención farmacológica si existe riesgo elevado para él o para otros.
Una vez sedado se vigilará de forma continuada y se aplicarán los exámenes médicos precisos para el diagnóstico y tratamiento más eficaz.

Conclusiones
El consumo de alcohol y/ otras drogas es muy prevalente en el medio laboral. Se estima que el 10% de los activos laboralmente son bebedores de riesgo (más de 40 gr./día en mujeres y de 60 gr./día en varones), y el 8% son bebedores abusivos y frecuentes. Las prevalencias consumo de otras drogas en el último mes se estiman en 27% para el cannabis, 7,5% para la cocaína, 2,7% para las drogas de síntesis y 1% para los alucinógenos. El consumo de heroína es menor del 0,1%.
La repercusión que el consumo de alcohol y/o otras drogas produce en el medio laboral es muy importante. Producen importantes perjuicios a la empresa y a sus compañeros por el aumento de enfermedades, accidentes laborales, absentismo, e incapacidades laborales, junto con disminución de la productividad, y mal ambiente laboral. Por ello son necesarios programas de prevención y apoyo en relación con el consumo de alcohol y otras drogas en cualquier empresa. Estos programas aportarán información básica de referencia, pautas para plantear actuaciones preventivas, orientación para el abordaje asistencial de los trabajadores con problemas y criterios de derivación asistencial.

Bibliografía
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Dirección para correspondencia: 
Dra. Enriqueta Ochoa Mangado
Servicio de Psiquiatría.
Hospital Universitario Ramón y Cajal.
Ctra Colmenar Km 9,100.
28034 Madrid (España)
eochoa.hrc@salud.madrid.org


 http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0465-546X2008000400003