sábado, 3 de julio de 2010

La drogadicción: un hábito que atrapa y esclaviza - Los padres de familia y los factores de riesgo

La drogadicción: un hábito que atrapa y esclaviza. Factores de riesgo más comunes
Mireya Flor de Pérez 23-06-2010


Resumen
Los padres de familia deben conocer cuáles son los factores de riesgo más comunes a los que hay que atacar o reorientar para que los hijos no se conviertan en presas fáciles de la drogadicción. Los factores de riesgo de tipo personal se relacionan con la falta de un equilibrio interior –moral y espiritual– y una adecuada autoestima, lo cual promueve caracteres débiles, inmaduros e inestables. Los de tipo familiar surgen como respuesta a ciertos problemas que aparecen dentro de la familia como: maltrato intra-familiar, incomprensión, falta de comunicación, desamor, rechazo, abandono, dificultades económicas, padrastros, etc. Y, los de tipo social o institucional se refieren a los amigos, el colegio y los medios de comunicación.


La drogadicción: un hábito que atrapa y esclaviza
Factores de riesgo más comunes
El problema principal de un adicto no es la droga, lo es la causa o el motivo que le impulsa o, induce a este vicio. El consumo se puede iniciar por varias razones, pero las más frecuentes se relacionan con problemas de tipo personal, familiar o social. Ante la incapacidad de afrontarlos (sintiéndose la mayoría de las ocasiones víctimas) surgen ciertos sentimientos de dolor, culpa, desamparo, tristeza, desesperación, depresión, timidez, inseguridad, frustración, impotencia o prepotencia, los cuales se intenta evadir por medio de los “efectos momentáneos” que producen las diferentes drogas. Sin caer en la cuenta que esto acarrea mayores problemas psico-emocionales y económicos a la familia.

Muchas veces el adicto no sabe porqué cae en la adicción. De repente está metido en el mundo de las drogas, un mundo oculto para muchos, pero que para otros implica una vida de padecimiento y dolor. Por eso, “más vale prevenir que lamentar”. La mejor prevención se puede conseguir informándose y, sobretodo creando un ambiente familiar de confianza, seguridad y amor, donde los hijos puedan desarrollar los elementos que consolidan personalidades fuertes y positivas (los adultos también pueden utilizar esta información en su propio beneficio), que les permitan hacer frente a las vicisitudes y que al mismo tiempo les ayude a descubrir un verdadero sentido u objetivo para luchar o vivir.

Es muy importante que los padres de familia conozcan cuáles son los factores de riesgo más comunes a los que hay que atacar o, reorientar para que los hijos no se conviertan en presas fáciles de la tóxico-dependencia.

Factores de riesgo de tipo personal

La falta de un equilibrio interior –moral y espiritual– y una adecuada autoestima promueven caracteres inmaduros e inestables, que originan comportamientos incorrectos frente a las responsabilidades particulares o a los problemas que se presentan.

Una imagen negativa de sí mismo o la falta de una identidad propia: Constituyen el origen de la dificultad para establecer una adecuada relación con los amigos. Pues, para que los demás le acepten, el adolescente o joven cede a las presiones; se deja manipular; y, acata ciertas opiniones o comportamientos de riesgo.

La curiosidad por lo prohibido: La curiosidad en sí no es mala, pues juega un papel importantísimo en el desarrollo cognoscitivo del ser humano y lo ha hecho en todos los descubrimientos de la vida. Sin embargo, ésta debe estar circunscrita dentro de unos límites –la prudencia y la responsabilidad– que no permitan pasar al ámbito de lo prohibido o lo dañino, que aunque aparente ser muy atractivo puede resultar gravemente perjudicial o fatal.

La necesidad de sentir “sensaciones diferentes” también hace a las personas vulnerables a “probar” las drogas.

Fuente: http://www.planamanecer.com/familia/Nuestros%20hijos%20|%20Art%C3%ADculos/content/modo/view/id/486/

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